¡No lo hagas! Este hábito matutino amarillenta tus dientes
Adoptar prácticas adecuadas y moderar el consumo de alimentos y bebidas ácidas puede ayudarte a mantener tus dientes más saludables y menos propensos a manchas
Para muchos, el ritual matutino incluye una taza de café seguida de un cepillado casi inmediato, en la creencia de que esto asegura una buena higiene dental. No obstante, esta práctica común puede ser precisamente la causa del tono amarillento que algunos experimentan en sus dientes.
El momento en el que decides cepillarte los dientes puede tener un impacto significativo en la salud del esmalte dental. Cepillarse justo después de consumir bebidas ácidas, como el café, puede ser perjudicial. La acidez del café ablanda el esmalte dental, y cepillarse inmediatamente después puede frotar esos ácidos más profundamente en los dientes, acelerando el desgaste del esmalte y aumentando la vulnerabilidad a las manchas.
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La dentista Shaadi Manouchehri, en una entrevista con el medio británico LadBible, sugirió esperar entre 30 y 60 minutos después de tomar café antes de cepillarse los dientes. Durante este período, recomendó enjuagar la boca con agua o usar un enjuague bucal que ayude a neutralizar los ácidos y preparar los dientes para un cepillado más seguro.
Además, Manouchehri aconseja cambiar la rutina matutina relacionada con la limpieza dental. En lugar de cepillarse después del desayuno, es preferible hacerlo antes. Al despertar, la boca está llena de bacterias acumuladas durante la noche; eliminarlas antes de comer no solo protege los dientes de los ácidos alimentarios, sino que también mejora la higiene bucal general.
¿Cuándo NO lavar los dientes?
Otro momento crucial para evitar el cepillado es justo después de vomitar. El contenido del estómago es altamente ácido y cepillarse inmediatamente puede dañar gravemente el esmalte. En estos casos, es aconsejable esperar un tiempo y utilizar primero un enjuague bucal para minimizar el riesgo de daño.
El esmalte dental, el tejido más duro del cuerpo humano, es la capa externa esencial que protege los dientes. Su principal función es servir como la primera línea de defensa contra factores externos que pueden causar daño y enfermedades dentales. El esmalte protege las partes más sensibles del diente, como la dentina y la pulpa, que contienen nervios y vasos sanguíneos, de bacterias, cambios de temperatura y sustancias químicas.
Aunque el esmalte es resistente, no es invulnerable. Está compuesto por minerales, como la hidroxiapatita, lo que lo hace susceptible a la desmineralización. Una vez que el esmalte se desgasta, el daño es irreversible y puede llevar a problemas graves como sensibilidad dental, caries e incluso pérdida de dientes.
Otros factores que pueden amarillear los dientes
Además del café, otros alimentos y bebidas ácidas, como los cítricos, el vino y las gaseosas, también pueden erosionar el esmalte si no se consumen con moderación. Estas sustancias aumentan la susceptibilidad de los dientes a daños y caries.
Además de la dieta, ciertos hábitos contribuyen al deterioro del esmalte. Fumar, por ejemplo, no solo mancha los dientes, sino que también aumenta el riesgo de enfermedades de las encías y otros problemas orales. Del mismo modo, el consumo frecuente de bebidas como el mate puede tener efectos negativos si no se complementa con un cuidado bucal adecuado.
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El momento en que decides cepillarte los dientes y tus hábitos diarios juegan un papel crucial en la salud del esmalte dental y el color de tus dientes. Adoptar prácticas adecuadas y moderar el consumo de alimentos y bebidas ácidas puede ayudarte a mantener tus dientes más saludables y menos propensos a manchas.
Con información de SUN
BB