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¿Qué pasa si ceno sándwich de jamón todos los días?

Aunque podríamos pensar que es un aperitivo sano, lo cierto es que los especialistas recomiendan no comer sándwich de jamón con frecuencia

Cuando tenemos hambre y no tenemos mucho tiempo para preparar una cena, o simplemente  no hay nada en el refri, la opción más rápida para cenar es un sándwich. 

Una de sus ventajas de prepararte un sándwich es que se prepara con pocos ingredientes: sartén, mayonesa, jamón, tomate y lechuga.

Incluso, preparar este alimento, resulta tan versátil que podemos combinarlo con huevo, atún y pollo. Aunque podríamos pensar que es un aperitivo sano, lo cierto es que los especialistas recomiendan no comerlo con frecuencia, te decimos por qué.

¿Qué pasa si como sándwich en la noche?

Comenzamos por el hecho de que los embutidos (jamón, mortadela y salchichas) tienen un bajo valor nutricional. Sin embargo, recurrimos a ellos por su bajo costo y porque los encontramos en cualquier mercado.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), dichos productos procesados se asocian con la aparición de cáncer de colon, enfermedades coronarias y cardiovasculares.

Además, su alto contenido de sodio (sal) provoca un aumento considerable de la presión arterial, ocasiona inflamación estomacal, retención de líquidos e irritación estomacal después de comer.

Tampoco hay que perder de vista que el pan de caja se elabora con harina refinada y jarabe de maíz de alta fructosa, mismos que aumentan los niveles de triglicéridos y aumentan las probabilidades de padecer diabetes o síndrome metabólico.

Es evidente que la combinación de los ingredientes de un sándwich nos puede caer mal en la cena, impidiendo que descansemos por una sensación de pesadez que aparece al estar en la cama.

Si al emparedado le sumamos irritantes (chile, aderezos y condimento), es posible que experimentemos ácidos y reflujo. En ese sentido, las personas que padecen constantemente estos malestares deberán cenar ligero.

¿Cómo hacer un sándwich más saludable?

Para mejorar nuestro hábito a la hora de la cena necesitamos elegir alimentos como sopa, consomé, verduras al vapor, huevos revueltos, yogur griego y gelatina. Eso sí, procura que tus apetitos no aporten mucha azúcar porque afectarán la calidad del sueño.

¿No puedes resistirte a un sándwich? Entonces prepáralo con ingredientes saludables, como lo son pan de cereales germinados, queso fresco y proteína animal o vegetal (carnes blancas, salmón, soja, quinoa y aguacate).

NA

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