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Los 7 momentos en la vida cuando debemos hacer un estudio auditivo

¿Estás captando el sonido adecuadamente? Sigue leyendo para saber como detectar una anomalía 

El próximo 24 de septiembre es el Día Internacional de las Personas Sordas y ante esto, existe una pregunta sumamente inquietante, ¿como detectar si es necesario acudir a un especialista para una pertinente revisión? 

Según el Dr. Gonzalo Corvera, Director del Instituto Mexicano de Otología y Neurotología S.C. (IMON), una entidad médica especializada en el diagnóstico y tratamiento de problemas auditivos con amplia experiencia en el país, menciona que una de las preguntas más comunes que recibe en su consulta es "¿Cuándo debería alguien someterse a una prueba de audición?".

De manera interesante, no existe un acuerdo profesional unánime sobre este tema. Al investigar en internet por nuestra propia cuenta nos encontramos con recomendaciones sobre que es importante realizar este tipo de pruebas a partir de los 40, 60 o 65 años, o al percatarse de la presencia de síntomas de pérdida auditiva como indicador para someterse a una prueba.

El Dr. Corvera comenta: "Ante esta falta de consenso, en el Instituto Mexicano de Otología y Neurotología hemos elaborado una recomendación formal, creada por nuestro equipo de especialistas en otorrinolaringología, audiología, audioprótesis y terapia del lenguaje".

A continuación, te decimos los 7 momentos en los que se debe considerar una evaluación auditiva y los motivos detrás de cada uno:

1. Al nacer (Tamiz auditivo neonatal): Entre dos y tres de cada mil recién nacidos padecen una pérdida auditiva severa a profunda. Esta cifra se mantiene constante a nivel mundial, independientemente de complicaciones al nacer. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda realizar una prueba auditiva antes del primer mes de vida, idealmente en las primeras horas después del nacimiento.

2. Al ingresar a la primaria: La otitis media serosa, una causa común de pérdida auditiva, alcanza su pico de incidencia alrededor de los 7 años. Además, existen problemas auditivos que no se detectan en el tamizaje neonatal y pueden manifestarse en esta etapa. Un niño que comienza la primaria con dificultades auditivas puede experimentar dificultades de aprendizaje significativas.

3. Cuando se presentan problemas de lenguaje o rendimiento escolar: Si un niño muestra retrasos en el habla en comparación con sus compañeros o enfrenta problemas de atención o rendimiento académico, se debe evaluar su audición. Esto es necesario incluso si no parece tener problemas auditivos evidentes, ya que algunas afecciones parciales de la audición son difíciles de identificar sin una evaluación precisa.

Si un niño muestra retrasos en el habla, se debe realizar un examen auditivo. EL INFORMADOR / ARCHIVO

4. Al concluir la educación secundaria: Aunque es raro que surjan problemas auditivos durante la adolescencia, su detección en esta etapa puede tener un impacto significativo en la elección de carrera y en la planificación futura.

5. A los 45 años: La pérdida de audición con la edad es un proceso natural, pero varía de persona a persona. Generalmente, la pérdida auditiva se vuelve clínicamente relevante entre los 40 y 50 años. Un análisis realizado por IMON en personas de 40 a 50 años que se sometieron a exámenes auditivos reveló que la mayoría presentaba resultados por debajo de lo normal en al menos una frecuencia entre los 45 y 50 años, incluso si no se quejaban de problemas auditivos.

6. A los 60 años: El mismo estudio mencionado anteriormente mostró que, entre los 60 y 64 años, la mayoría de los pacientes presentan una pérdida auditiva considerada como "moderada" en al menos una frecuencia. Esto sugiere la importancia de realizar evaluaciones en esta etapa. Además, a partir de los 60 años, aumenta significativamente el riesgo de demencia en personas con pérdida auditiva.

7. Cuando surja cualquier duda: Nunca se debe retrasar la evaluación cuando se sospeche una disminución en la audición. Hay casos de pérdida auditiva súbita donde el pronóstico mejora radicalmente si se actúa dentro de las primeras 48 horas. Los niños pueden experimentar un impacto en su aprendizaje en cuestión de meses, y tanto los bebés como los adultos mayores pueden sufrir consecuencias irreversibles si no se atienden a tiempo los problemas de audición.

AH

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