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La angustia social está relacionada con el smartphone y la dieta de ultraprocesados

Lejos de lo que se cree, el bienestar económico no es tan determinante en el estado emocional de los países

El 2023 ha sido el peor año de bienestar mental post pandemia de acuerdo al estudio realizado por Sapien Labs. Los niveles bajos de bienestar mental se concentran especialmente en personas jovenes. El rango de edad en que se presentan menores niveles de bienestar son en el conjunto entre los 18 y los 24 años. Por otro lado, la estabilidad emocional parece establecerse a partir de los 65 años.

Las preguntas surgidas de estos resultados son inmediatas: ¿este efecto de angustia social se irá en algún momento? Sumadas a las consecuencias de la pandemia, el estudio también señala los siguientes causales, como posibles, del estado mental del mundo:

  • Comunicación en línea 
  • Consumo de ultraprocesados en alimentos y bebidas
  • Plásticos desechables

Sea como fuere, hasta ahora no hemos logrado levantar el ánimo social tras los efectos de la pandemia, por lo que ahora corremos el riesgo de normalizar un estado mental deteriorado.

Otro dato que es importante destacar es la relación entre la salud mental y las métricas económicas como el Producto Interno Bruto (PIB) o el Índice de Desarrollo Humano. El estudio demuestra que la idea común de que la riqueza económica aumenta el bienestar emocional no es del todo cierta. Dentro de los países con menor rendimiento de bienestar en materia de salud mental se encuentran Reino Unido y Australia, dos de los países más ricos de la angloesfera. Por otro lado, en lo alto del estudio, Tanzania, Nigeria, Venezuela y República Dominicana son países con gran salud mental.

Entonces, ¿cuál es el problema?

Una hipótesis podría decir que todo comienza con el smartphone. Esto demostraría por qué el grupo más vulnerable y afectado fuesen las generariones nacidas a partir del año 2000, las cuáles prácticamente crecieron con un celular inteligente. Además, el estudio parece indicar que, cuando más temprano se exponga a la persona a los servicios del teléfono inteligente, su salud mental crece de peor forma. Aquellos que obtuvieron su primer celular antes de los 10 años ahora presentan síntomas del tipo pensamientos suicidas, sensación de separación de la realidad y sentimientos de agresión hacia otros.

Incluso, el uso de este aparato puede ayudar a entender por qué algunos países ricos se encuentran con menores capacidades psicoemocionales. Y es que en economías más saneadas es más sencillo  comprar estos aparatos electrónicos a edades menores.

La otra amenaza señalada son los alimentos ultraprocesados. Al igual que el uso del celular, aquellos que confesaron un mayor consumo de este tipo de comida tienen un mayor impacto en síntomas de depresión y control emocional y cognitivo. Más de la mitad que consumen este tipo de alimentos diariamente se encuentran en el gran grupo de Angustiados y tan solo el 18% de aquellos que aseguran tener dietas fuera de este tipo de alimentos cae en ese grupo. Y de nuevo, esto explicaría la incidencia de países adinerados; es más probable que en esos países, las dietas cuenten con mayor cantidad de elementos en la comida.

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