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Esta es la edad "ideal" para dejar de tomar café según expertos

En lugar de eliminarlo por completo, los expertos recomiendan reducir la cantidad de café a una o dos tazas al día después de cierta edad

El café es una de las bebidas más populares en todo el mundo, apreciada por su capacidad para aumentar la energía, mejorar el estado de ánimo y ayudar a mantenerse alerta. Sin embargo, a pesar de sus muchos beneficios, como cualquier otra sustancia, el consumo de café tiene sus limitaciones, especialmente a medida que envejecemos. Según investigaciones científicas recientes, existe una edad ideal en la que es recomendable reducir o incluso eliminar el consumo de café para proteger nuestra salud a largo plazo.

El café contiene cafeína, una sustancia estimulante que afecta directamente el sistema nervioso central. La cafeína es conocida por mejorar la concentración, disminuir la fatiga y aumentar el metabolismo. Sin embargo, su consumo en exceso puede llevar a problemas como insomnio, ansiedad, aumento de la presión arterial e incluso afectar el funcionamiento del corazón.

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A lo largo de los años, los estudios han demostrado que el cuerpo humano no reacciona de la misma forma a la cafeína en todas las etapas de la vida. Lo que podría ser inofensivo y beneficioso para un joven adulto, podría tener efectos adversos en las personas mayores. La forma en que metabolizamos la cafeína cambia con la edad, lo que lleva a la conclusión de que existe una edad recomendada para dejar de consumir café, o al menos reducir su ingesta.

¿A qué edad deberíamos dejar el café?

Aunque no hay una regla estricta que se aplique a todos, diversos estudios sugieren que la edad de 65 años podría ser un punto de inflexión donde es recomendable disminuir el consumo de café. A esta edad, el cuerpo comienza a experimentar cambios significativos en su capacidad para metabolizar la cafeína, lo que puede aumentar el riesgo de problemas de salud si el consumo de café continúa siendo elevado.

A medida que envejecemos, la función hepática tiende a disminuir. El hígado es el órgano responsable de descomponer y metabolizar la cafeína, y con el paso de los años, su capacidad para hacerlo se ve reducida. Esto significa que, en personas mayores, la cafeína permanece más tiempo en el organismo, lo que puede causar efectos secundarios como nerviosismo, problemas para dormir, o incluso palpitaciones cardíacas.

El sistema nervioso central también se vuelve más sensible con la edad. Esto hace que los efectos de la cafeína, que en los jóvenes suelen ser estimulantes, puedan convertirse en algo más irritante o problemático para los adultos mayores. Además, los niveles de cortisol (hormona del estrés) tienden a ser más altos en las personas mayores, y el café puede contribuir a un aumento aún mayor de esta hormona, lo que puede ocasionar estrés y ansiedad.

Con el paso de los años, el consumo regular de café también puede tener un impacto negativo en algunas condiciones de salud prevalentes en personas mayores. Por ejemplo:

  • Presión arterial elevada: La cafeína puede aumentar temporalmente la presión arterial, lo cual es un factor de riesgo para enfermedades cardiovasculares. Las personas mayores son más propensas a sufrir de hipertensión, por lo que es importante que monitoreen su consumo de café.
  • Enfermedades del corazón: Para quienes ya tienen problemas cardíacos, el café puede aumentar la frecuencia cardíaca y la presión arterial, lo que podría complicar condiciones preexistentes.
  • Osteoporosis: Algunos estudios sugieren que el consumo excesivo de café puede interferir en la absorción de calcio, lo que aumenta el riesgo de osteoporosis en adultos mayores.

¿Qué pasa si seguimos tomando café más allá de los 65 años?

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Si bien no existe una edad exacta en la que debamos dejar de tomar café, los estudios sugieren que es prudente moderar su consumo a medida que envejecemos. En lugar de eliminarlo por completo, los expertos recomiendan reducir la cantidad de café a una o dos tazas al día después de los 65 años, y preferir el consumo de bebidas descafeinadas si es necesario.

Además, es fundamental prestar atención a cómo reacciona el cuerpo a la cafeína. Si una persona mayor comienza a notar efectos como insomnio, nerviosismo o palpitaciones, es una señal clara de que es momento de reconsiderar el consumo de café. En muchos casos, sustituir el café con té verde o infusiones sin cafeína puede ser una excelente alternativa para disfrutar de una bebida reconfortante sin los efectos adversos de la cafeína.

La clave está en el equilibrio

La ciencia ha demostrado que el café, cuando se consume con moderación, tiene muchos beneficios para la salud, como mejorar la memoria, aumentar la energía y reducir el riesgo de enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer. Sin embargo, con la edad, la capacidad del cuerpo para manejar la cafeína disminuye, lo que puede hacer que los efectos positivos se vean opacados por problemas de salud.

Aunque no existe una edad exacta para dejar de tomar café, es recomendable comenzar a moderar su consumo alrededor de los 65 años para evitar efectos negativos en la salud. Mantener un equilibrio adecuado en el consumo de café y escuchar las señales de tu cuerpo es la mejor manera de disfrutar de esta bebida sin comprometer tu bienestar a largo plazo.

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BB

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