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Enfermedades sanguíneas: causas, síntomas y prevención

La hematóloga Karina Iveth Orozco Jiménez explica los diversos padecimientos y el tratamiento a seguir

En entrevista con EL INFORMADOR, la Dra. KarinaIvethOrozco Jiménez, hematóloga certificada y directora del Departamento Académico de Medicina Interna en la Universidad Autónoma de Guadalajara, ofreció una visión detallada sobre las enfermedades relacionadas con la sangre, sus causas, detección, y medidas preventivas.

Orozco Jiménez explicó que las enfermedades hematológicas abarcan una amplia gama de trastornos que afectan los componentes sanguíneos, incluidos glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas.

Los glóbulos rojos pueden causar anemias cuando están en niveles bajos —detalla la doctora—, las anemias se manifiestan con síntomas como palidez, mareos y fatiga debido a la falta de oxígeno en el cuerpo. Por otro lado, cuando los glóbulos rojos están elevados, puede haber otras complicaciones”.

En cuanto a los glóbulos blancos, que son fundamentales para el sistema inmunológico, Orozco indicó que pueden desarrollarse enfermedades graves como la leucemia, que es una forma de cáncer provocada por la transformación maligna de estas células. “Las leucemias pueden ser heredadas genéticamente o desarrollarse de manera adquirida. También existen enfermedades crónicas de glóbulos blancos que, aunque no siempre se transforman en leucemia, pueden convertirse en malignas con el tiempo”, explicó.

Las plaquetas, responsables de la coagulación, también pueden presentar problemas. Una reducción en su número puede llevar a trombocitopenia inmune, una condición que aumenta el riesgo de sangrado. En contraste, un exceso de plaquetas puede predisponer a la formación de coágulos anormales, conocidos como trombos. “Es fundamental monitorear la cantidad y funcionalidad de las plaquetas para prevenir complicaciones graves”, advirtió Orozco.

Además de las enfermedades celulares, la Dra. Orozco destacó los linfomas, que son tumores derivados de los linfocitos, un tipo de glóbulo blanco. Estos tumores pueden aparecer en los ganglios linfáticos o en otras partes del cuerpo. “Los linfomas son malignos y requieren tratamiento especializado. La detección temprana es crucial para un manejo efectivo”, enfatizó.

Entender los padecimientos

Sobre las causas de estas enfermedades, Orozco Jiménez aclaró que pueden ser hereditarias o adquiridas. Las enfermedades hereditarias se deben a alteraciones genéticas transmitidas por los padres, mientras que las adquiridas pueden surgir de factores externos como exposición a radiación, ciertos químicos y toxinas, o alteraciones genéticas que ocurren durante la vida de la persona.

“Cuando los glóbulos rojos no suministran suficiente oxígeno, los órganos y tejidos no funcionan adecuadamente, lo que se manifiesta en diversos síntomas”, comentó Orozco.

Para problemas con glóbulos blancos, la presencia recurrente de infecciones puede ser una señal. Los trastornos de las plaquetas suelen evidenciarse por sangrados frecuentes o aparición de moretones sin causa aparente, mientras que los linfomas pueden detectarse por el crecimiento anormal de ganglios.

La hematóloga enfatizó que, a pesar de la diversidad de tratamientos, el objetivo es proporcionar soluciones efectivas que mejoren la calidad de vida de los pacientes y permitan un manejo adecuado de las enfermedades hematológicas.

La prevención, elemento clave

Para prevenir enfermedades hematológicas, la Dra. Orozco subrayó la importancia de una alimentación adecuada. “En México, las deficiencias nutricionales son comunes y pueden causar anemia. Es esencial consumir alimentos ricos en hierro, como carnes rojas, leguminosas y vegetales de hoja verde. Para quienes siguen dietas vegetarianas o veganas, es importante buscar alternativas ricas en hierro o considerar suplementos”, recomendó.

También destacó la necesidad de revisiones periódicas para mujeres embarazadas, quienes son más propensas a desarrollar anemia por deficiencia de hierro debido a las mayores demandas del embarazo.

En términos de tratamiento, la Dra. Orozco explicó que estos varían ampliamente según el tipo de enfermedad. “Desde tratamientos básicos como suplementos vitamínicos hasta procedimientos complejos como trasplantes de médula ósea, la gama de opciones es extensa. Los tratamientos pueden incluir medicamentos inmunológicos, terapias genéticas y farmacológicas dirigidas a mejorar la función celular o eliminar células malignas”, concluyó.

CT

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