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¿Cómo identificar los primeros signos de Alzheimer?

Esta enfermedad suele presentarse en los últimos años de vida, pero hay que estar atentos para brotes en personas más jovenes

Cualquier evaluación debe realizarse con un médico que probablemente requiera de testimonios de amigos, vecinos y familiares, para poder identificar correctamente los primeros signos de la demencia de Alzheimer.

Esta enfermedad es una afectación neurodegenerativa que se manifiesta como deterioro cognitivo y de trastornos conductuales. Es la forma más común de demencia y suele presentarse en pacientes mayores a los 65 años de edad, aunque hay casos extraños que aparecen desde los 40.

Los primeros síntomas notorios son

  • Deteriorio de la memoria sobre todo en hechos que dificultan la vida cotidiana
  • Dificultad para concentrarse en todo tipo de tareas como la lectura, la atención de una conversación o ver un programa de televisón
  • Problemas para completar tareas diarias que antes se realizaban con cierta cotidianidad
  • Confusión con respecto al espacio y el paso del tiempo
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  • Dificultades visuales relacionadas con conducir o caminar o desplazarse dentro de espacios antes transitados y que no se deriven de complicaciones por lesiones físicas
  • Problemas del lenguaje tanto en escritura como en habla
  • Cambios repentinos en el estado de ánimo
  • Colocación de objetos fuera de lugar y el olvído o negación de este y otros actos extraños

Si uno de estos suceso comienza a suceder con recurrencia es importante que la persona sea tratada con un médico pues el Alzheimer tiene tres etapas. El estado preclínico y la etapa leve bien diagnosticadas puede mejorar las posibilidades futuras del estado mental del paciente.

A medida que la etapa media o moderada avance, el sujeto diagnosticado requerirá más atención y podrá comenzar a actuar de forma más inesperada. Y si bien no se habla de una complicación mortal, si es un estado delicado en el que se está más vulnerable frente a otras amenazas exteriores. Hay que recordar que, una vez diagnosticada esta enfermedad, no hay cura, pues es terminal.

La etapa final habla de un paciente que requiere completa atención pues sus movimientos y acciones son completamente ilógicos por lo que su vulnerabilidad es máxima.

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OB 

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