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¿Identificas alguna? TODAS estas podrían ser señales de SIBO

Si has experimentado problemas digestivos recurrentes y sin una causa aparente, es momento de prestar atención a las señales que tu cuerpo podría estar enviando

El síndrome de sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado (SIBO, por sus siglas en inglés) es una afección poco conocida pero que puede tener un impacto significativo en la salud digestiva y general. Muchas personas conviven con los síntomas de este trastorno sin darse cuenta de que podrían padecerlo, ya que sus manifestaciones suelen confundirse con otras condiciones, como el síndrome de intestino irritable (SII) o intolerancias alimentarias.

Si has experimentado problemas digestivos recurrentes y sin una causa aparente, es momento de prestar atención a las señales que tu cuerpo podría estar enviando.

¿Qué es el SIBO?

El SIBO ocurre cuando hay un exceso de bacterias en el intestino delgado, un área del sistema digestivo donde normalmente no debería haber una cantidad significativa de microorganismos. Estas bacterias adicionales interfieren con la digestión y absorción de nutrientes, causando diversos síntomas incómodos y, en algunos casos, complicaciones a largo plazo.

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Señales que podrían indicar SIBO

  • Hinchazón persistente: Sentir el abdomen inflamado, especialmente después de las comidas, es uno de los síntomas más comunes del SIBO. Este malestar se produce porque las bacterias en exceso fermentan los alimentos que consumes, generando gases.
  • Dolor abdominal: Calambres o malestar en la zona del abdomen pueden aparecer debido a la acumulación de gas y a la inflamación intestinal causada por el desequilibrio bacteriano.
  • Diarrea o estreñimiento crónico: El SIBO puede alterar el tránsito intestinal, provocando episodios de diarrea frecuente, estreñimiento o una combinación de ambos.
  • Flatulencia excesiva: La producción excesiva de gases es un síntoma característico, ya que las bacterias fermentan carbohidratos y producen hidrógeno, metano o ambos.
  • Fatiga y debilidad: Al interferir con la absorción de nutrientes, el SIBO puede provocar deficiencias de vitaminas como la B12, que a menudo resultan en cansancio extremo.
  • Pérdida de peso inexplicable: La malabsorción de nutrientes puede llevar a una pérdida de peso no intencionada, incluso si la ingesta calórica parece adecuada.
  • Erupciones cutáneas y problemas en la piel: Aunque no es un síntoma tan conocido, el sobrecrecimiento bacteriano puede desencadenar problemas en la piel, como rosácea o acné, debido a la inflamación sistémica y al desequilibrio intestinal.
  • Niebla mental: Problemas de concentración y claridad mental también pueden estar relacionados con el SIBO, posiblemente debido a la interacción entre el sistema digestivo y el cerebro (eje intestino-cerebro).

¿Qué provoca el SIBO?

El SIBO puede tener diversas causas, entre ellas:

  • Disfunción en la motilidad intestinal: Cuando los músculos del intestino no funcionan correctamente, las bacterias pueden acumularse en el intestino delgado.
  • Uso prolongado de antibióticos: Estos medicamentos alteran el equilibrio bacteriano normal del sistema digestivo.
  • Enfermedades previas: Condiciones como diabetes, enfermedad celíaca, hipotiroidismo o cirugías abdominales pueden aumentar el riesgo de desarrollar SIBO.

¿Cómo se diagnostica el SIBO?

El diagnóstico se realiza generalmente mediante una prueba de aliento que mide los niveles de hidrógeno o metano en el aliento después de consumir un azúcar específico. Un aumento rápido de estos gases puede indicar sobrecrecimiento bacteriano.

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El tratamiento del SIBO suele incluir:

  • Antibióticos específicos: Recetados por un médico para reducir el exceso de bacterias en el intestino delgado.
  • Dieta especializada: Las dietas bajas en FODMAP o específicas para SIBO pueden ayudar a controlar los síntomas al reducir los alimentos fermentables.
  • Probióticos y prebióticos: Bajo supervisión médica, pueden restaurar el equilibrio bacteriano.
  • Cambios en el estilo de vida: Reducir el estrés, mejorar la calidad del sueño y realizar actividad física regular son claves para mantener un intestino saludable.

¿Cuándo consultar a un médico?

Si has notado varios de los síntomas mencionados y estos afectan tu calidad de vida, es importante acudir a un especialista en gastroenterología. No tratar el SIBO puede derivar en complicaciones, como deficiencias nutricionales, síndrome de intestino permeable o inflamación crónica.

El SIBO es una condición que puede pasar desapercibida pero que impacta profundamente la salud digestiva y general. Escuchar a tu cuerpo y buscar atención médica oportuna puede marcar la diferencia en tu bienestar. No ignores las señales, ¡podrías estar más cerca de encontrar la solución!

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