Crecer en contacto con animales reduce el riesgo de padecer alergias
La Universidad de Gotemburgo realizó un estudio con 68 niños suecos y la relación de sus alergias con sus mascotas
Los niños que crecen con mascotas o en entornos de granjas de animales tienen menor posibilidad de desarrollar alergias por el contacto temprano con las bacterias anaerobias habituales en el cuerpo humano, indicó un estudio de la Universidad de Gotemburgo.
La investigación es fruto del estudio de la microbioma intestinal de 68 niños suecos, de los cuales 28 vivían en el entorno de una granja lechera, y 40 poseían mascotas.
Se recogieron muestras fecales de estos niños desde los tres días de vida hasta los 18 meses, y a través de ellas se hizo un cultivo microbiano que permitió caracterizar la composición de la microbiota intestinal, con datos que incluyeron tasas de colonización de bacterias y recuentos de población de grupos bacterianos.
LEE: Esta bebida tiene mala fama, pero favorece un intestino saludable
Los resultados mostraron que los niños que crecían en entornos con granjas lecheras tenían una mayor proporción de bacterias anaerobias en la primera semana. Sin embargo, presentaban proporciones más pequeñas de la bacteria 'Escherichia coli' en los primeros meses de vida y una colonización menos frecuente de 'Clostridioides difficile' a los 12 meses de edad.
Por su parte, la presencia de animales domésticos en el hogar se asoció a una colonización más frecuente por las bacterias 'Bifidobacterium', 'Lactobacillus' y 'Bacteroides' en los primeros meses de vida.
LEE: Este es el tipo de helado más saludable ¿De crema o de agua?
Los investigadores han relacionado la colonización precoz de las mucosas de las bacterias 'Bifidobacterium', 'Lactobacillus' y 'Bac- teroides', y la menor presencia de la bacteria 'Clostridioides difficile' entre los 4 y los 12 meses de edad con el menor desarrollo posterior de alergias.
Para llegar a esta conclusión, los pediatras hicieron un seguimiento al desarrollo de alergias por parte de los niños participantes en la investigación desde los 3 a los 8 años, y vieron que era menor en comparación con los datos de niños que no habían estado en contacto con animales.
Con información de EFE
MBV