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Ribera del Duero, cuna del sabor

Viajar a la aventura de los viñedos es una de las experiencias más placenteras al momento de visitar Europa

Es cierto que la uva puede crecer en muchos lugares del planeta, pero las que crecen en Ribera del Duero no se parecen a ninguna otra. ¿La razón? Puede que no sea una sola. Quizás es la tierra, el ambiente o sencillamente la mano amorosa de los agricultores, pero los frutos de la vid aquí nacen con un sabor especial. 

Al norte de Madrid, en la comunidad autónoma de Castilla y León, encontramos una región vitivinícola que maravilla a los sibaritas desde hace milenios: Ribera del Duero.

Vista en el mapa puede parecernos diminuta, pero Ribera del Duero tiene múltiples particularidades en su tierra, tantas que los fenicios y los romanos sabían que su suelo era tan generoso como fecundo para el cultivo de la vid desde hace siglos.

De los tiempos romanos llegamos al Siglo XV, cuando la producción del vino se somete a controles de calidad, lo que nos brinda una idea de qué tanto se cuida de los caldos que emanan de esta región española. La Denominación de Origen la obtuvieron en 1982, con el vino tinto como la gran estrella en su producción (aunque ojo, no es la única uva que aquí se embotella).

Si caminamos hoy por sus campos los encontraremos solitarios, con las vides “durmientes”, agotadas tras las vendimias de hace unos cuantos meses. Podría parecer un paisaje yermo, pero lo cierto es que su suelo se encuentra en plena recuperación y de cualquier manera, las vistas que ofrecen sus sierras y planicies son espectaculares, con cielos limpios que despliegan atardeceres de suaves colores.

Varias bodegas de la región cuentan con visitas durante todo el año, ¿por qué no nos detenemos en una de ellas para comenzar a explorar lo que hace única a esta región? Es así como llegamos a una de las más afamadas: Bodegas Emilio Moro.

Las barricas de vino, su aroma y acomodo, parte esencial de toda visita a una bodega en Ribera del Duero. ESPECIAL

De generación en generación

Javier Moro sonríe al hablar de Ribera del Duero. El presidente de las bodegas forma parte de una familia que durante más de un siglo le ha declarado su amor al vino produciendo una de las marcas más aclamadas por los consumidores, tanto españoles como mexicanos.

“A México he venido muchas veces y me entusiasma la manera en que ha crecido el consumo de vino en este país. Ahora son más conocedores y por lo tanto más exigentes con lo que se les sirve”, explica Javier en una entrevista exclusiva con EL INFORMADOR.

Parte de una marca tradicional, Javier explica que hay que mantener la calidad siempre como principal estandarte. “La gente sabe que la Denominación de Origen de Ribera del Duero se traduce en calidad, en un gran cuidado. Ellos esperan eso y es lo que nosotros buscamos ofrecerles”. 

Las añadas (producciones anuales de vino) más recientes en Ribera del Duero han resultado en excelentes vinos, premiados y aclamados por los consumidores. Javier adelanta que la de 2022 es una de las mejores del siglo, con la esperanza de que la del presente año también sea del gusto de los consumidores.

Durante verano, los valles, márgenes del Duero y las sierras se pintan de los intensos colores verdes de las hojas de la vid, así como sus frutos, brindando una estampa fabulosa a los ojos del viajero. Somos testigos de un milagro que cada año bendice esta región de la península ibérica. “Vale mucho la pena verlo, mucha gente de México llega en esa temporada”, agrega Javier con una sonrisa.

Porque sí, no son pocas las bodegas de esta región que demuestran que no solamente de vender vino se puede vivir, por lo que diversificaron su negocio a un sector de crecimiento vigoroso: El enoturismo.

No solamente se bebe buen vino, sino que se aprende de él.  ESPECIAL

Recorrido y sabor

Por enoturismo entendemos todo viaje que se realice para conocer las regiones y procesos vitivinícolas. España no es el único país que lo hace, pero sí es uno donde estas experiencias se han afinado al máximo, además de que por cuestiones de idioma, el turista mexicano se siente más cómodo.

Javier explica que su bodega ofrece diversas experiencias que van mucho más allá de darle una vuelta los viñedos o tomar un racimo de uvas entre las manos. El trayecto, en sus paquetes más básicos, incluye un recorrido por los campos, una explicación del proceso de transformación de la uva en vino, conocer la bodega propiamente y catas de las diversas botellas que se producen. 

Si se apuesta por un presupuesto un poco más alto, se incrementa la gama de vinos que se ofrecen en las catas e incluso se ofrece un maridaje con gastronomía típica de España. Hacerlo con una copa de tinto en mano y disfrutando del paisaje hacen que este viaje valga la pena al máximo.

Es posible disfrutar de una buena comida en los viñedos. ESPECIAL

Vinos para regalar este fin de año

Si tienes pensado obsequiar unos vinos tintos de España en esta temporada decembrina, vale la pena que consideres lo que tiene para ti Ribera del Duero. Algunas opciones que puedes conseguir en nuestro país son:

Finca Resalso: Vino tinto que se elabora con viñedos de uvas jóvenes (de entre 5 y 12 años). Una opción agradable para disfrutar de la velada. De venta en El Palacio de Hierro.

Malleolus de Sanchomartin: Una verdadera joya, con perfil elegante y persistente, nacido de uvas tempranillo. Lo puedes comprar en la página www.bodegasalianza.com.

El Zarzal: Vino blanco nacido de la uva Godello, equilibrado, fresco y con una bella botella decorada por el artista Domingo Zapata. De venta en El Palacio de Hierro.

La aventura te espera

Desde Guadalajara ya es posible viajar directo y sin escalas a España. Aeroméxico ofrece el servicio entre nuestra ciudad y Madrid. Ya en la capital ibérica es posible tomar un tren de alta velocidad a Valladolid, ciudad muy cercana a la región de Ribera del Duero. 

Recuerda que adquirir tus boletos con tiempo te permitirá obtener mejores tarifas en ese viaje que sueñas.
 

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