¿Quiénes no deberían tomar suplementos de magnesio?
Los suplementos de magnesio son cada vez más populares debido a sus múltiples beneficios para la salud, pero no todos deberían tomarlos
Los riesgos en la salud no únicamente radican en no consumir ciertos compuestos necesarios para el cuerpo, sino también en tomar de más o simplemente consumirlos, aunque no se requieran. Por eso, la ingesta de suplementos alimenticios o vitaminas, debe estar supervisada siempre por un médico. Aquí más información:
Los suplementos de magnesio son cada vez más populares debido a sus múltiples beneficios para la salud. Este mineral es esencial para una amplia gama de funciones corporales, incluyendo la salud ósea, la regulación del azúcar en sangre, y el funcionamiento muscular y nervioso. Sin embargo, a pesar de sus propiedades beneficiosas, no todas las personas deberían tomar suplementos de magnesio sin una evaluación médica previa, ya que pueden existir riesgos significativos para ciertas condiciones de salud.
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Según el National Institutes of Health, el magnesio es vital para el cuerpo, involucrándose en más de 300 reacciones enzimáticas. Entre otras funciones, contribuye a la producción de proteínas, el mantenimiento del ADN y la regulación de la presión arterial. Los suplementos de magnesio pueden presentarse en diferentes formas, como el óxido de magnesio, que se utiliza comúnmente para tratar el estreñimiento, o el glicinato de magnesio, recomendado para mejorar la calidad del sueño y reducir la ansiedad. Aunque su administración puede ser oral o intravenosa, se debe hacer bajo supervisión médica, especialmente en personas con condiciones específicas que podrían verse adversamente afectadas por su consumo.
¿Quiénes no deberían tomar magnesio?
Aquellas personas que sufren de insuficiencia renal, por ejemplo, deben evitar estos suplementos. Los riñones son los encargados de eliminar el exceso de magnesio del cuerpo, y en casos de insuficiencia renal, esta capacidad está comprometida, lo que podría llevar a una acumulación peligrosa del mineral en el organismo. De igual manera, quienes padecen de trastornos cardiovasculares deben ser cautelosos, ya que niveles altos de magnesio pueden interferir con el ritmo cardíaco y potencialmente provocar arritmias.
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Además, los pacientes con problemas gastrointestinales, como la enfermedad de Crohn o la colitis ulcerosa, podrían enfrentar complicaciones al tomar suplementos de magnesio. Estos trastornos pueden dificultar la absorción adecuada del mineral, y en algunos casos, los suplementos pueden agravar la irritación del tracto digestivo. Del mismo modo, quienes sufren de diarrea crónica deben ser precavidos, ya que el magnesio en exceso tiene un efecto laxante que podría empeorar su condición.
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También es importante mencionar que las personas con hipermagnesemia, una condición poco común, pero grave que se caracteriza por niveles excesivos de magnesio en la sangre, deberían evitar estos suplementos, especialmente si tienen problemas renales subyacentes. Para las mujeres embarazadas y en período de lactancia, aunque el magnesio es fundamental durante estas etapas, la suplementación debe ser estrictamente supervisada por un profesional de salud para evitar cualquier complicación.
Por último, es necesario tener en cuenta las posibles interacciones con medicamentos. Por ejemplo, el magnesio puede reducir la eficacia de ciertos antibióticos y medicamentos para la osteoporosis. Además, algunas clases de diuréticos pueden alterar los niveles de magnesio en el cuerpo, lo que podría resultar en un desequilibrio peligroso.
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