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¿Qué pasa si me pongo óxido de zinc en la cara?

Si quieres cuidar tu cara, puedes usar óxido de zinc en productos certificados

Existen distintos tratamientos naturales para el cuidado de la piel y prevenir el envejecimiento. Si eres de las personas que siempre busca qué remedios ponerse para incorporar en la rutina del skincare, seguramente has escuchado hablar del óxido de zinc.

El óxido de zinc (ZnO) es un compuesto inorgánico en forma de polvo blanco insoluble en agua, pero sí en alcohol, ácidos y álcalis. Este se usa como aditivo en diversos materiales y productos como plásticos, cerámicas,  vidrio, cemento, lubricantes, pinturas, ungüentos, adhesivos, selladores, pigmentos, comidas, entre otros.

Para la piel, el zinc es un mineral esencial para el organismo y se encuentra presente en todas las células, ya que participa en su desarrollo, mantenimiento y reparación a través de la síntesis de colágeno y proteínas.

Entre los beneficios que tiene usar óxido de zinc en la piel es que sirve como un protector cutáneo que actúa como barrera física entre la piel y agentes ambientales externos, y como lubricante en aquellas zonas donde existe fricción de la piel. Además, el óxido de zinc refleja y dispersa los rayos ultravioletas, por lo que es un efectivo protector solar.

Medline Plus destaca que el óxido de zinc en crema es seguro para su uso en niños y bebés, lo que convierte en una opción popular para proteger la piel sensible. 

Otro de los beneficios de este compuesto en crema es su capacidad para aliviar la irritación de la piel y promover la cicatrización de heridas. Sin embargo, ten en cuenta que algunas personas pueden presentar una reacción adversa, por lo que en caso de presentar irritación lo mejor es acudir con un profesional. 

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MM

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