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Un paseo en el más prestigioso premio a los autos antiguos del mundo en California

Se llama la Semana del Automóvil de Monterey, California. Son innumerables los Porsche, Ferrari, Bentley, Rolls Royce, Bugatti, Lamborghini y Pagani, entre otros, que casi se hace más difícil ver un Honda Accord que uno de esos exóticos, cuyo precio puede rebasar varios millones de dólares.

Son tres los eventos más importantes: el Quail se realiza el viernes, en un campo abierto, donde las marcas más exclusivas muestran sus autos a multimillonarios que buscan un juguete nuevo.

Allí, al lado de un Pagani Utopia roadster, de un Bugatti Tourbillon o de cualquiera de los Koenigsegg, el concepto de Acura, llamado Performance EV Concept, el Cadillac Opulent Velocity o la nueva Lincoln Navigator, se vuelven actores de reparto, al igual que el Porsche 911 de 50 aniversario. 

El sábado el centro de las atenciones se traslada al circuito de Laguna Seca, donde se celebran carreras de categorías distintas, entre ellas una en la que el CEO de Ford Motor Company, Jim Farley, ganó al mando de un Cobra negro de 1966, con el número 96, que usó el mismo Carrol Shelby. 

El domingo muchos se trasladan a la entrada del campo de golf de Pebble Beach. Ahí vemos novedades como el Mercedes SL Maybach, el Lamborghini Temerario, el concepto Nilu, un hermoso hyperauto blanco.

En el hoyo 18 de ese campo están los 80 autos que participan en la exhibición que premió con 3.6 millones de dólares un BugattiType 59 de 1934, en lo que marcó la primera vez en la que un auto de la categoría de los “preservados”, es decir, no restaurados, se llevó el premio.

En Pebble Beach, lo extraordinario se vuelve común durante una semana a cada año y es un lugar que todo amante de los autos debe ir, al menos una vez en su vida.

Sergio Oliveira/Carmel, California

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