Mitos sobre la influenza que debes recordar
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha señalado varios mitos sobre la influenza, que son importantes recordar
Aunque este invierno la influenza estacional ha sido “opacada” por la pandemia de coronavirus, esta enfermedad seguirá circulando entre la gente, sobre todo en los meses que rodean al invierno: un par de meses previos y todavía otro par tras finalizar la estación.
Pese a que este virus cuenta con una vacuna especial -que debe aplicarse de manera anual-, mucha gente elude recibir la dosis. Pero ojo, ya que la influenza estacional puede provocar la muerte. Tan solo en nuestro país las estadísticas señalan que el 4.2% de los mexicanos mueren por neumonía o influencia (dato publicado a comienzos de 2020 por el Gobierno federal). Aunque su letalidad es menor, su incidencia no lo es tanto, e igualmente puede causarnos padecimientos que son evitables.
Sobre la influenza, al igual que otras enfermedades, hay múltiples opiniones que no siempre se apegan a la verdad. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha señalado varios mitos sobre la influenza, que son importantes recordar.
- Tal vez la mayor mentira alrededor de la influenza es que se trata sólo de un tipo de resfriado. La realidad es que un resfriado común nos subirá un poco la temperatura, con los síntomas inofensivos del catarro: tos, mocos y estornudos. Por su parte, la influenza puede evolucionar fácilmente con síntomas más molestos, como malestar corporal, particularmente en las articulaciones, alta temperatura, dolor de ojos, de cabeza y escalofríos. La cumbre de los dolores vendrá con la dificultad de respirar, debido a la neumonía que genera. Una manera para diferenciarlos es la celeridad con la que se presenta.
- Desde hace decenios existe la vacuna, pero la incidencia de influenza continúa debido a que la gente prefiere no recibir la dosis. Entre los pretextos para no ponerse la vacuna está la creencia de que si nos aplican la dosis entonces nos dará una especie de influenza en los siguientes días. Esta creencia de los antivacunas no tiene sustento científico, ya que el estudio de las vacunas garantiza la inmunidad.
- Sobre recibir la vacuna, otra versión que circula es la condición de las mujeres: se suele decir que una embarazada o una mujer durante la lactancia no debe recibir la vacuna. Aunque la recomendación es recibir la vacuna previo al embarazo, si es planeado, una mujer en cinta puede recibir la dosis.
- En el mismo rubro de las vacunas, a la vacuna de la influenza estacional se le achacan efectos colaterales “peligrosos”. La OMS ha señalado que si bien cualquier medicamento o vacuna tiene la posibilidad de tener eventos adversos, la comercialización y masificación de cualquier vacuna tiene detrás un sinfín de estudios. Esta vacuna, como todas en el mercado, puede presentar efectos colaterales leves, en un porcentaje muy menor.
- Frente a las vacunas hay quien propone alternativas naturales. Con todas las enfermedades virales que actúan en las vías respiratorias se afirma que la vitamina C es buena aliada para el sistema inmunológico. Es cierto que la vitamina brinda protección, pero no es una garantía para no contraer el virus: sólo la vacuna puede evitarlo.
JL