Estilo

Dorados, medios o blandos

Birriería Apatzingán te espera para disfrutar de unos tacos y un consomé que te llevarán al paraíso culinario

Este lugar es grandioso, además que confirma la regla de que donde hay una gran fila es porque vale la pena la espera. El puesto está muy bien estudiado, a sus costados tienen la confección de sus tacos. De una olla (de cada lado) van sacando la carne de un caldo rojizo, que es su consomé, y la pican para ir armando los tacos con la tortilla y su respectiva copia para que amarre.

Y al centro tienen una plancha donde van dorando en un semi jacuzzi de grasa (de la buena, dicen) los tacos para dejarlos medios o dorados. Los blandos te los dan directo, una vez picada la carne, y los otros los toman de la plancha.

Toda su proteína es de res y ofrecen de labio, birria y lengua. Todo se prepara en la misma olla, lo que hace que tomen un sabor excepcional todas las carnes, aunque cada una conserva su identidad en el contenido de grasa, la que se siente en los bocados.

Al lugar llegas, te formas en la fila para pagar; ahí, te dan tu ticket, que cuenta con número y en donde anotaron qué va en cada plato, el terminado de tus tacos (blando, medio o dorado); después de un rato, llaman por el número y te van dando los platos según tu pedido.

Tienen tres salsas: una de tomatillo, una de cacahuate y una macha, que tienen picor medio; ninguna llega a tener un picor alto. También te dan rábanos y limones. Yo pedí uno de cada uno: lengua ($40), labio ($30) y birria ($21).

Obviamente y porque siempre me inclinaré por lo tronador, pedí todos bien dorados. Inicié con el de labio, que es el de mayor sabor por su grasa. Por dentro su primer bocado es espectacular, sin escurrir, pero muy húmedo, muy blandito y con ese sabor característico a cielo puro que te hace pasear por recuerdos gratos. Viene acompañado con cebolla frita (que de paso no es lo mismo que caramelizada) a la que, como estaba justo frente a las salsas, fui poniendo a mi gusto en cada bocado.

Seguí con el de lengua que, cabe decir, fue mi favorito por mucho. La cocción grupal que hacen en esas grandes ollas le dejan un sabor que sí es el íntimo, pero con una amplitud sin igual. Muy bien logrado y con ese crunch que invita a seguir hasta que apriete el pantalón.

Finalmente y no por dejarlo atrás, el de birria, con su carne sumamente limpia de cualquier gordito, que denota la retención de ese preparado de chiles con el que se conforma la birria. El consomé excelso, sí un poco grasoso, pero no fuimos por lechugas.

El domingo es el día más tranquilo, no de gente, porque la verdad es que siempre tiene fila, sino de espacio para estacionarse, ya que por la actividad de las bodegas del mercado es un poco complicado. Pero ningún navegante se hizo ching… en aguas tranquilas.

¡Sé feliz!

Evaluación

Comida 5

Lugar 4

Servicio 4

Toma nota

Birriería Apatzingán (puesto de calle) 

Domicilio: Av. del Mercado 1527, Las Torres, Guadalajara.

Horario: De Lunes a domingo, de 8:00 AM a 3:00 PM.

CT

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