Elige el mueble perfecto según tus necesidades
Tenemos varias opciones para mitigar los daños que pueden provocar las malas posturas frente a la computadora
La pandemia nos orilló a recluirnos en las casas, muchas veces con la modalidad de “home office” para quienes laboran en oficinas y con las clases a distancia para prácticamente la totalidad de los estudiantes. Llevar el trabajo y el estudio hasta el hogar implica varios retos logísticos, pero quizá el mayor riesgo es el de la salud corporal.
En el trabajo y la escuela solemos sentarnos en sillas de calidad probada para permanecer varias horas, con escritorios acorde a las necesidades para estar tecleando en la computadora durante todo el día. En cambio, en la casa tenemos sillas que no siempre están diseñadas para la postura y el tiempo que requieren los trabajos diarios, del mismo modo que la mesa para comer o la de la sala pocas veces tiene la altura necesaria para coincidir con el ángulo de los brazos en una posición saludable.
Frente a esto, tenemos varias opciones para mitigar los daños que pueden provocar las malas posturas frente a la computadora. La primera de ellas es evaluar bien el lugar donde estaremos trabajando. En un ambiente estudiantil el escritorio tiene una importancia relativa, pero con las clases a distancia un buen escritorio es fundamental, ya que estaremos allí con la computadora durante varias horas. Un escritorio ad hoc para trabajar debe tener un área despejada entre el usuario y el teclado, para evitar tener los brazos doblados al escribir (una postura que pronto genera malestar). La gama de escritorios básicos empieza con precios realmente asequibles, a partir de los mil pesos (sin gavetas). Otra recomendación es tener cojines para reposar las muñecas, algo útil cuando estamos tecleando o manipulando el mouse. Estas almohadillas tienen precios entre 200 y 400 pesos.
En el tema de la silla existen variables que nos indican las necesidades. En las clases, al contrario del trabajo, es posible hacer pausas significativas cada cierto tiempo, algo que nos permite relajar los músculos y estirarnos para evitar molestias. Aunque tenemos esta bondad, también es bueno elegir bien la silla donde estaremos. No todos los estudiantes tienen la capacidad adquisitiva para comprar una silla ergonómica, aunque es lo ideal: este tipo de sillas cuentan con diseños facilitan posturas más sanas, por más tiempo que estemos sentados. Estas sillas también nos dejan adaptar la altura, un tema sustancial: lo mejor es que la silla nos ponga en una posición en la que al tener las manos sobre el teclado los brazos estén relativamente paralelos a la mesa. Las sillas para oficina en venta en las tiendas departamentales oscilan en un rango muy amplio de precios, las más baratas a partir de los mil 500 pesos.
JL