¿A partir de que edad pudo hacer entrenamiento de fuerza?
Existen gran variedad de mitos sobre el entrenamiento de fuerza para niños y adolescentes, pero podría traer beneficios importantes a la salud
El ejercicio físico es importante para el bienestar del cuerpo humano, ya que trae beneficios en la prevención de enfermedades, mejora la circulación, mantiene el peso controlado, mejora la salud mental y ayuda a tener un sueño más reparador.
Sin embargo, hay muchos mitos sobre la edad en la que debes comenzar a entrenar. Si bien los niños deben mantener una vida activa mientras juegan y hacen deporte, el ejercicio de fuerza es un tema controversial entre la sociedad.
Es común escuchar que este tipo de entrenamiento puede ser contraproducente en niños y adolescentes por limitar el desarrollo de los huesos y músculos, e incluso que podría causar problemas de crecimiento. Sin embargo, los riesgos son pocos comparados con los beneficios que podría traer.
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Si bien, muchos jóvenes podrían comenzar sus entrenamientos por las razones equivocadas, como la estética, comenzar su entrenamiento con una guía puede favorecer las habilidades motoras, mejorar la composición corporal y reducir el riesgo de enfermedades en el futuro.
¿Cuáles son los beneficios del ejercicio de fuerza en jóvenes?
Estudios recientes señalan que una mejor condición física está relacionada con un mejor rendimiento académico y una reducción importante en los síntomas de depresión.
Los menores de 18 años podrían realizar tres sesiones semanales de ejercicio de fuerza y desarrollo muscular con una hora de duración, señaló la Organización Mundial de la Salud. Cada persona tiene una composición diferente, por lo que es recomendable acercarse con un especialista para diseñar una rutina de entrenamiento adecuada a la edad y peso de cada individuo.
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El riesgo que corren los jóvenes no es el entrenamiento de fuerza, es la desinformación. Seguir tendencias de redes sociales o levantar pesos inadecuados pueden ser realmente las causas de problemas a futuro. Es por eso que los niños y adolescentes tengan una guía adecuada para tener una rutina que les de beneficios y no consecuencias físicas a futuro.
MBV