Estilo

Cuatro pasos para un clóset organizado

¿Por qué no tengo nada que ponerme? Sigue sencillos pasos para dejar de abrumarte y tener un closet increíble 

Levanta la mano si te sientes identificado con esta situación: vemos nuestro clóset, vemos la ropa una y otra vez, y pensamos ¿Por qué no tengo nada que ponerme? Generalmente  dicho clóset está lleno de ropa. Muchas veces es que vemos las mismas piezas y estamos acostumbrados a irnos por lo que nos hace sentir cómodos y seguros, por esta razón olvidamos que tenemos ropa olvidada. Te voy a platicar cuatro sencillos pasos para dejar de abrumarnos y tener un clóset increíble, donde aproveches cada una de tus prendas.

1.- Decir adiós: Todo comienza con dejar ir aquellas prendas que están manchadas, rotas, jaladas, con bolitas o simplemente les falta un botón. No es negociable, ya terminaron su ciclo y es momento de dejarlas ir. Vas a notar que tienes más espacio, pero no es para llenarlo. Tristemente no estamos listos para ir de compras, sé que amamos esta parte, pero el ejercicio es aprovechar al máximo nuestro guardarropa.

Photo by Artem Beliaikin on Unsplash

2.-Gancho al revés: Después de la primera depuración, tenemos que identificar cuáles son esas prendas que tenemos y que no sabemos cómo usarlas, prendas que nos gustan mucho, pero usamos poco, prendas que en ocasiones tienen hasta la etiqueta puesta. La viste en tienda, te llamó la atención, te gustó y ¡PUM! está en tu clóset… tristemente sólo ocupando espacio, fue compra de impulso. No te preocupes, nos pasa y no significa que tienes que deshacerte de ella, pero sí le vamos a poner un límite de tiempo para saber sí realmente la vas usar. Esta técnica es muy sencilla, el momento de colgar la prenda en vez de poner el gancho hacia la pared, se coloca por dentro, de esta manera vas a identificar si en seis meses usaste o no la pieza. Si el gancho regresa a su manera habitual es que sí la usaste. Si permaneció al revés pues creo que es la segunda vuelta es momento de decirle bye-bye. (Te dejo un videito que explica mejor la dinámica)

3.- Locación, locación, locación: Somos criaturas de hábitos, colgamos las prendas que más usamos en el lugar más cómodo y se van alejando esas prendas que se necesitan poco. Sabemos que de la vista nace el amor, sí no las vemos no las usamos. ¿Cómo ver más? cambiamos de lugar prendas clave, nos obliga a ver todo nuestro clóset, vas a notar los pequeños cambios dejaran de esconder tu ropa. Si los jeans son must para tu look, ponlos al final de tu closet y las camisetas en un lado opuesto.  Ya no tenemos escusa para no usar la mayoría de tu clóset.

4.- Junto, pero no revuelto: en esta etapa ya debemos tener un clóset con espacio, donde podemos comenzar a categorizar. Las maneras; por color, por tipo, por temporalidad. Esto ya va a depender de cada uno; yo trato de mezclarlas. Los sacos juntos, pero de oscuros a claros. Las camisas por temporalidad y color. Las partes de abajo también por categoría; faldas, shorts, pantalones. Este último paso creo que es personal, pero muy importante para lograr un clóset organizado.

Síguenos en

Temas

  • Moda
  • Estilo
  • Ropa
  • Hogar
Sigue navegando