Cómo preparar tu lunch para el trabajo
Cuida tu alimentación al salir de casa porque si haces un menú previamente no sólo cuidarás tu salud sino tu economía. Aquí te respondemos algunas de las preguntas más comunes
Tamales, quesadillas, chilaquiles, taquitos, hamburguesas, hot-dogs, sopes, garnachas en general, refrescos, dulces, papás, y mucho más, son la comida del trabajador de camino a la oficina y en su lugar de trabajo. Vino la pandemia y la crisis económica, pero este tipo de comida no pierde oportunidad en México.
El confinamiento cambió nuestros comportamientos en muchos aspectos. Al principio, observamos un aumento del consumo de dulces, snacks y postres, pero no duró mucho. El impacto más duradero se observó en aquellos comportamientos que anteriormente eran típicos de canales de compra fuera del hogar (Out-of-Home, OOH) cómo: cocinar para el desayuno, comprar comida para llevar y socializar en casa alrededor de una barbacoa o bebiendo alcohol.
Empecemos por lo básico, ¿qué es la “alimentación saludable”? Una alimentación saludable es aquella que proporciona a cada individuo de forma equilibrada todos los nutrientes esenciales (carbohidratos, proteínas, grasas, vitaminas y minerales) y la energía que el cuerpo necesita para mantener el buen funcionamiento del organismo, conservar o restablecer la salud, minimizar el riesgo de enfermedades, garantizar la reproducción, gestación, lactancia, desarrollo y crecimiento adecuado en las diferentes etapas de la vida.
Consejos aumentar su productividad y concentración laboral
Establecer horarios de comidas: Lo más recomendable es asignar un horario para cada comida y respetarlo; es decir, no caer en la tentación de adelantarlo unos minutos antes o después; esto alteraría el siguiente horario y podría llevarnos a consumir alimentos poco saludables.
Cuidar los niveles de glucosa: Recordar que todo alimento que consumimos, al final se convierte en azúcar, la cual ingresa al cuerpo en forma de glucosa y se encarga de proporcionar a nuestro cerebro la energía necesaria para estar activo. Por ello, se aconseja no suspender comidas o dejar pasar mucho tiempo entre ellas, ya que nuestro cuerpo reacciona realizando un esfuerzo para ahorrar energía generando que el metabolismo se haga más lento.
Mantener snacks saludables: Llevar frutos secos o alguna fruta como snack ayuda a mantener una alimentación saludable sin agregar muchas calorías a nuestra dieta. Asimismo, gracias a su valor nutricional, incorporarlos en el menú diario mejorará nuestro rendimiento laboral.
Incluir ácidos grasos omega 3 en la dieta semanal: Los alimentos con este contenido ayudan a los trabajadores a mantenerse activos, además de protegerlos de enfermedades cardiovasculares y favorecer el funcionamiento del sistema inmunológico. Los ácidos grasos omega 3 los podemos encontrar en alimentos como la caballa (pescado azul), la leche de soya, las nueces, el salmón, la linaza, la chía, entre otros.
Beber agua: Consumir líquido, especialmente el agua permite que nuestro cuerpo elimine desechos o toxinas. Asimismo, si el cuerpo recibe la cantidad adecuada de agua, refuerza su sistema inmunológico, evitando desde enfermedades comunes como la gripe hasta más complejas como ataques cardíacos o problemas renales. Además, estar deshidratado disminuye la concentración, genera fatiga y, por tanto, afecta el rendimiento físico y mental.
¿En qué debería fijarse un trabajador a la hora de preparar su “lunch” para llevar a la oficina?
Elegir productos lo más naturales posibles, evitando aquellos que sean procesados y ultraprocesados, ya que estos suelen ser altos en grasas, azúcares y sodio. A continuación, algunas recomendaciones que puedes tener en cuenta:
Planear un menú semanal para lograr realizar preparaciones diversas y creativas y a la vez, gastar menos dinero.
Asegurarse de que las preparaciones sean variadas e incluyen todos los grupos de alimentos: proteínas, carbohidratos, grasas saludables y frutas o vegetales.
Preferir un recipiente de vidrio tipo refractario porque los plásticos pueden afectar el sabor y la calidad de los alimentos.
Haz lo posible por cocinar y empacar los alimentos antes de salir de tu casa. Si no, intenta que sea la noche anterior.
Luego de empacar los alimentos, deja que se enfríen a temperatura ambiente y posteriormente conservarlos en el refrigerador a 4°C.
Empacar las verduras crudas en un recipiente distinto al de los demás alimentos.
Si es posible, mantén tu lonchera en refrigeración durante la jornada laboral.
Cuando vayas a consumir tu almuerzo, caliéntalo muy bien para lograr eliminar con las altas temperaturas, cualquier microorganismo que la haya podido contaminar.
¿Llevar una buena alimentación es costoso?
Para nada, una alimentación saludable puede adecuarse a la canasta básica. Pues la base de una alimentación saludable es consumir suficientes verduras y frutas, las cuales siempre será mejor opción escoger de temporada y regionales. Además, los supermercados ofrecen varias alternativas saludables para determinados alimentos por el mismo precio. Ejemplo, reemplazar pan blanco por pan integral.
Los hogares de todas las áreas socioeconómicas gastan más en alimentos y bebidas no saludables (alrededor del 58 % del presupuesto para alimentos) que en alimentos y bebidas saludables.
Debemos considerar que la alimentación saludable es una inversión a corto y largo plazo en materia de salud. La prevención es la clave del ahorro y una inversión a largo plazo.
¿Cuántas veces se debe comer al día?
Se aconseja que sea por lo menos tres tiempos de comidas: desayuno, comida y cena, y lo más importante con raciones balanceadas e incluyendo todos los grupos de alimentos importantes (frutas y verduras, cereales y proteína saludable). Pueden incluirse colaciones/snacks saludables entre comidas, sin embargo, esto va a ir directamente relacionado a las características de cada persona, y sobre todo su estilo de vida.
Por ejemplo, se recomienda incluir 2 snacks/colaciones, la primera entre desayuno y comida, la segunda entre comida y cena. La recomendación es para aquellas personas que suelen consumir alimentos no saludables entre comidas, que presentan ansiedad, que realizan ejercicio intenso, o incluso en presencia de algunas patologías como hipoglucemias, etc.
La alimentación es crucial en todas las etapas de la vida
Una dieta saludable es esencial para una buena salud y nutrición. Lo protege contra muchas enfermedades crónicas no transmisibles, como enfermedades cardíacas, diabetes y cáncer. Comer una variedad de alimentos y consumir menos sal, azúcares y grasas trans saturadas y de producción industrial, son esenciales para una dieta saludable.
Veamos la nutrición y la buena relación con la alimentación como la oportunidad para prevenir a largo plazo enfermedades que afecten nuestra salud; comencemos a trabajar y construir un cuerpo sano, lleno de vitalidad y bienestar con el que podamos demostrarnos que es posible llegar a la edad adulta sin presentar patologías y viviendo años no sólo en cantidad sino en calidad. Comencemos a divulgar buenos hábitos desde nuestro hogar e incluso desde los primeros años de vida, ya que en esta etapa es donde los niños y adolescentes comienzan a adquirir sus propios hábitos y estilo de vida de acuerdo con lo que observan en su entorno.
Por lo tanto, la alimentación es crucial en todas las etapas de la vida, es fundamental para que los menores tengan un mejor aprovechamiento escolar, los adultos logren mayor productividad durante su vida laboral y las personas de la tercera edad tengan una vejez plena, sin complicaciones de salud.
Con información de 1DOC3
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