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¿Bañarte con agua caliente hace daño?

¿Mito o realidad? ¿El agua caliente deshidrata tu cabello y piel?

No hay ninguna duda de que una ducha caliente es reconfortante, mucho más ahora que se acerca el fin de año y las temperaturas comienzan a descender en los extremos del día. Además, el agua caliente puede relajar tus músculos y mejorar tu disposición al sueño. Sin embargo, es de voz popular que el agua caliente puede no ser lo que necesita tu piel y tu cabello, pero ¿qué dice la ciencia de ello?

La Dra Victoria Barbosa de la Universidad de Chicago lo tiene claro: tomar un baño caliente puede traer muchos beneficios, pero ninguno para la piel. Lo ideal es que el agua se mantenga tibia y no pase de ahí. Lo que sucede es que el agua caliente puede arrancar los aceites naturales que protegen a la piel y le permiten retener sustancias nutritivas. Ahora bien, el problema no sería solo la temperatura del agua.

Al momento de bañarse, el agua caliente se puede combinar con el jabón que utilicemos para limpiar el cuerpo y si este contiene fragancias e ingredientes abrasivos, lo más seguro es que se lastime la primera barrera de la piel. Las sustancias grasosas, propias de la piel y de algunos productos utilizados para la protección como jabones o cremas, permiten mantener una barrera de células que protege las capas internas de la piel y que mantiene al cuerpo humectado por mayor tiempo.

Esta capa superior y grasosa está repleta de ácidos dentro de la categoría del sudor y el cebo que se convierte en una barrera contra bacterias. El agua caliente combinada con algunos elementos limpiadores y abrasivos puede provocar el desprendimiento de esta capa y por ello, al momento de salir de tu baño, sientes una resequedad generalizada que debe aliviarse con cremas o productos adicionales.

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¿Y qué sucede con el cabello?

Algo parecido. Por más que esté recubierta de cabello, la superficie de la piel también cuenta con glándulas que producen cebo para proteger la capa. Si sufres de resequedad, comezón o diversos problemas capilares, la Dra Elika Hoss, dermatóloga de Mayo Clinic, dice que en muchos casos esto se debe a los malos hábitos al momento de bañarse.

Sin embargo, no todo está perdido. Si no sufres de psoriasis o alguna enfermedad parecida, puede que puedas disfrutar de una ducha caliente al menos un par de días a la semana. Incluso, si tu naturaleza hace que tu piel produzca mucha grasa, puede que hasta más. Pero lo ideal es utilizar agua tibia y no durar más de diez minutos bajo el agua.

Hay que evitar agentes limpiadores que contengan detergentes como los sulfatos los cuales debilitan la última capa de la piel.

Con información de The New York Times

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