Tiburón chino en aguas mexicanas
BYD elige a México como el primer lugar fuera de su país para lanzar un vehículo
El día en que Estados Unidos decidió aumentar de 25% a 100% los aranceles a los autos chinos, BYD hizo en México el lanzamiento mundial de su nueva pickup, la Shark, una PHEV (Plug in Hybrid) con 5,45 metros de largo, autonomía oficial de 840 kilómetros, 430 HP, 835 kg de capacidad de carga y precio entre 899 mil 880 pesos y 969 mil 800 pesos.
Para referencia rápida, por tamaño la Shark compite contra Tacoma, Colorado, Ranger o Frontier, entre otras, pero por equipo y desempeño, pudiera hablar de tú con las grandes estadounidenses. Sin embargo, ninguna es PHEV como la Shark y esto le da una amplia ventaja de consumo y aceleración (0 a 100 km/h en 5.7 segundos).
De hecho, en ciudad, gracias a una autonomía eléctrica de hasta 100 kilómetros, sería posible usarla sin gastar ni una sola gota de gasolina. BYD estima el ahorro anual en gasolina en alrededor de 23 mil pesos, pero no dijo bajo cuáles condiciones hizo ese cálculo.
Su diseño está del lado conservador, nada que ver con la Cybertruck por aquí. La forma de los faros se podría decir que está “inspirada” en la Lobo, mientras que lo demás es una caja sobre ruedas, aunque agradable de verse.
Por dentro, la BYD tiene cosas aún más agradables para los ocupantes. Los asientos delanteros son muy cómodos. Por supuesto que los instrumentos están en una pantalla digital y la central se puede usar de manera vertical o central, algo tradicional en la marca.
Comodidad, seguridad y manejo
Hay CarPlay y AndroidAuto inalámbricos, control por voz del sistema de navegación integrado, de las ventanas y del aire acondicionado. Es hasta posible hacer una sesión de “karaoke” a bordo de la Shark.
Atrás, el respaldo tiene inclinación de hasta 27 grados, lo que la marca reclama que es el mejor vs cualquier pickup. Sólo podemos decir que sí, es muy cómodo, algo para lo cual influye el descansa brazos central con porta vasos, las salidas de aire acondicionado y agarraderas en el techo.
No la pudimos manejar como habíamos pensado que haríamos, pero nos subimos para ver una demostración de la aceleración, frenado y un poco de la comodidad de la suspensión de horquilla doble en ambos ejes y la rigidez estructural que se percibe cuando una de las ruedas traseras queda volando y no se ve que la caja se tuerza. Claro que esto se debe a las baterías en el piso y, hablando de ellas, su química es de litio, hierro, fosfato y no de iones de litio, por lo que no se incendia con golpes o perforaciones.
Será un rival duro, que no quede duda. Claro que el tiempo será el juez de su calidad y fiabilidad, al igual que del servicio de las agencias BYD en el país, pero a juzgar por lo llenas que casi siempre están éstas, será mejor para sus rivales no pecar por soberbia, ponerle mucha atención y reaccionar ante esta pickup con precio igual a la Tacoma más equipada que, en México, aún no es ni siquiera híbrida. Es eso, o correr el riesgo de que se los trague el tiburón chino.
CT