Kia K4: Evolución total
El modelo 2025 muestra una profunda revolución respecto al anterior; es hecho en México y será exportado a 190 países
Es cierto que los sedanes siguen teniendo lugar dentro del mercado mexicano, aunque la oleada de nuevas SUV junto con los modelos de la categoría que son considerados como iconos, hacen que las cosas no sean tan sencillas al momento de renovarse. Kia ha optado por revolucionar por completo a su modelo compacto, antes llamado Forte y ahora conocido globalmente como K4.
Este nuevo modelo, fabricado exclusivamente en México para todo el mundo, se convierte en el modelo más importante para la marca coreana en nuestro país, pues, además del popular subcompacto K3, el nuevo K4 busca ser referencia no solo dentro del territorio donde se fabrica, sino en más de 190 países a los que será exportado.
Para dejar huella en contra de rivales tan fuertes como el Jetta y el Corolla, Kia ha decidido cambiar por completo su aspecto, no solo con la estética, sino con mayores dimensiones, justo donde el espacio se pide.
Además, detalles como los complejos faros LED, líneas de carácter muy marcadas con superficies elaboradas en la carrocería, así como las prominentes salpicaderas posteriores, calaveras que se extienden por todo lo ancho y alto de la parte posterior y la caída estilo fastback del techo buscan complementar el aumento de talla.
Lo mismo sucede dentro de la cabina, donde la anchura del habitáculo es notablemente más generosa. Hay mejores acabados, con detalles que nos hacen sentir a bordo de un vehículo de un segmento superior, sobre todo en las plazas traseras.
Ahora bien, podríamos esperar que el interior repitiera todos los detalles del popular K3, pero, aunque comparte filosofía de elementos visuales, estamos frente una nueva iteración de formas y detalles, presentes en un tablero horizontal más definido, con nuevos materiales y tapicerías, con elementos como la tonalidad distinta entre el lado del conductor y del pasajero, así como un volante de nuevo diseño.
Claro que, en términos de tecnología, la superficie continua que integra el cuadro de instrumentos digital y la pantalla de infoentretenimiento de 12.3 pulgadas es pieza clave en los interiores de la marca, ahora con botones para las funciones más recurrentes y que estrenará la tercera pantalla táctil para climatizador en las versiones más equipadas, que estarán disponibles dentro de poco.
La revolución es refinada
Gracias a la plataforma “K” de tercera generación, los cambios para el K4 no solo son de tamaño y habitabilidad, sino que son perceptibles en la marcha del nuevo sedán, transmitiendo un andar más refinado y cómodo que su antecesor.
El primer contacto, a bordo de la versión EX, nos dejó un gran sabor de boca en el trayecto de Ciudad de México hacia Puebla y, posteriormente, hacia Tepoztlán, donde tuvimos la oportunidad de circular por una autopista lleva de curvas y cambios de elevación que revelaron un chasis aplomado y de buenas maneras que, aunque sigue manteniendo una clara orientación al confort, es capaz de sostener buenos ritmos, transmitiendo mucha confianza los mandos, gracias al motor 2.0 litros que trabaja a través de una transmisión IVT.
Lejos quedó el sentimiento de percibir un eje posterior nervioso, una suspensión poco elaborada o el de contar con una caja continuamente variable de sensaciones elásticas, para ofrecer un K4 que apunta para ser el modelo más equilibrado del segmento, con precios que van desde $399,900 hasta los $437,900, por la unidad probada, esperando a los GT-Line que incrementan la etiqueta de precio hasta los $512 mil y $561 mil, pesos, respectivamente.
Diego Briseño/Morelos