Estilo

Audi Q8 Sportback e-tron: la opción refinada

Este vehículo ofrece un diseño elegante y discreto que se opone a sus competidores

Sí, los vehículos eléctricos aún son juguetes de ricos. ¿Pero acaso no lo es toda la gama alta de Audi? Entonces el e-tron, ahora llamado Q8 Sportbacke-tron, es simplemente la mayor y más elegante opción de la marca en las SUV, que por ser eléctrica multiplica su refinamiento, aunque exige sus sacrificios.

El diseño puede ser subjetivo y fuera de detalles como las proporciones, termina siendo un tema de gustos. En el nuestro, la Q8 resulta la más agraciada entre las alemanas o la estadounidense Tesla Model X. Técnicamente, en acabados, en equipo y también en manejo, la Audi mantiene esa característica de discreción y elegancia, sin aspavientos. Si es para ti o no, sólo tú podrás saberlo.

La forma de cupé le da el aire de deportividad que se busca. Los rines de 21 pulgadas, casi tapados por cuestiones aerodinámicas, también. Lo demás es sobrio, incluyendo el color gris de la camioneta que nos tocó probar.

Por dentro tenemos tres pantallas. Una es la del reloj de instrumentos, ya conocida como Digital Cockpit, que ofrece una vista espectacular del mapa, caso así se decida poner. Las otras están en la consola central, la de arriba de funciones múltiples y la de abajo para controlar el aire acondicionado, principalmente. No hay la mega pantalla de la Tesla, o el tablero de la Mercedes EQE, tan grande y cerca del conductor, que causa claustrofobia. Tampoco están presentes las rarezas excesivamente minimalistas de la BMW iX, minimalismo que se rompe con cosas como la palanca de cambios de cristal. La Audi es la más, sobria, refinada, compuesta.

Los rines de 21 pulgadas están casi tapados por cuestiones aerodinámicas. CORTESÍA

Para disfrutar, no demostrar

También en manejo la Q8 e-Tron es así. Sus dos motores ofrecen 408 HP que la hacen llegar de cero a 100 km/h en 5.6 segundos, en números oficiales que nos parecen realistas. Claro, el torque es inmediato como en todo eléctrico y la ausencia de vibraciones y ruidos multiplica la sensación de bienestar en la camioneta. La suspensión es bien equilibrada entre suavidad y estabilidad y el peso de las baterías ayuda a controlar la inclinación de la carrocería en las curvas. Lo único raro aquí es conducir un Audi de ese tamaño con velocidad máxima de 200 km/h, cuando estamos acostumbrados a, mínimo, 250 km/h en esos vehículos.

Cuando pusimos a cargar la camioneta en un enchufe NEMA de 220 V, nos marcaba 10.5 horas para carga total. Dieciséis horas después, con la batería supuestamente llena, el tablero mostraba 382 km, cuando la ficha técnica dice que son 600. Apagamos el aire acondicionado, gracias al clima de finales de enero, y la autonomía subió a 423 km. Probablemente su autonomía en situaciones reales sea de alrededor de 320 o 350 km, lo que no está mal, pero no es lo que anuncia la marca. Y es menor que la de sus enemigas.

Usándola como se debe, en ciudad, con salidas a carretera medidas y a lugares no muy lejanos, la Audi puede ser la mejor opción entre sus rivales si no buscas presumir puertas tipo gaviota o contar con 1020 HP como la Model X, que además cuesta 1.9 millones de pesos, versus los dos millones 224 mil 900.00 pesos de la Q8. Es la más cara, la más lenta y la de menor autonomía, pero también la más elegante y discreta. ¿Es para ti? 
 

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