¿Qué es el analfabetismo emocional?
Las emociones y cómo las procesamos nos convierten en parte de quienes somos, por ello, aprender a reconocerlas es clave para nuestro bienestar
Las emociones son fundamentales en nuestra vida y a esta altura todos lo sabemos, el asunto acá es saber procesarlas, es decir, aprender a interpretar y controlarlas, para que ellas no nos controlen a nosotros.
Tal vez sea por eso que así cómo existe el analfabetismo textual, también supone una problemática el analfabetismo emocional para quienes no saben expresar adecuadamente los impulsos de lo que sienten.
De tal modo, a los analfabetas emocionales, los podemos ver explotando en la calle, llorando sin parar o muertos de miedo por un presagio que aún no se cumple. En pocas palabras, un analfabeta emocional podría facílmente golpear a otra persona por algo tan "simple" como una broma. ¿O no Will Smith?
Y aunque las tecnicas de gestión emocional tienen que trabajarse correctamente para que funcionen y nos eviten una vida llena de ansiedad y preocupaciones, los especialistas han diseñado la siguiente formula:
Nuestras emociones deben conocerse; comprender sus causas, ser definidas, y externadas con regulación, así lo sugiere el programa RULER, creado por la Universidad de Yale y retomado por el Tec de Monterrey
De hecho, RULER es un acrónimo cuyas letras definen su objetivo: enseñar a Recognizing: reconocer la emoción. Understanding: comprender la causa y consecuencias de la emoción. Labeling: etiquetar la emoción. Expressing: expresar la emoción. Y regulating: regular la emoción.
¿Por qué es importante tomar conciencia de nuestras emociones?
La respuesta es obvia si no te gusta estar en desventaja ante ninguna situación con el otro, pero tambien contigo mismo. Y es que el analfabetismo emocional nos vulnera socialmente. Más a partir de la pandemia de Covid-19, que ha magnificado las emociones negativas entre las personas, tanto a nivel familiar como civil.
Pero ¿Qué hacemos con la frustración, ansiedad, estrés, enojo, soledad, inquietud, tristeza, decepción, desesperación, agotamiento y disgusto? ¿Cómo reconocemos nuestras emociones positivas como el agradecimiento, la creatividad, tranquilidad, esperanza y alegría?
Reconoce las emociones:
Las emociones influyen en gran medida en el comportamiento, pensamiento, reacciones y desempeño de los seres humanos. Su autoconocimiento nos favorece para enfrentar las adversidades o dificultades presentadas.
El primer paso a establecer es el reconocimiento de cada emoción emergente (no olvidemos que estas son respuestas naturales del humano), ello para manejarla, disminuirla, mantenerla, iniciarla o intensificarla.
Regulación:
En este punto es necesario primero entender, etiquetar y expresar nuestras emociones.
Ya no podemos seguir ignorandolas, al contrario, aceptarlas podría producir beneficios para una vida social y personal plena.
¿Cómo es una gestación adecuada de emociones?
De entrada, es necesario tener más consciencia sobre nuestro cuerpo, así es, tus emociones se expresan en tu cuerpo, por lo que puedes usar tu respiración como primer alarma para darte cuenta. Lo mismo con tus pensamientos, hay que entender y dimensionar cómo reaccionamos ante determinados estímulos.
El aquí y el ahora son nuestra ancla protectora.
Vive el presente: situarse en él aquí y en el ahora. Puedes comenzar por mirar tres cosas que llamen tu atención, oír dos y sentir físicamente otra.
Diálogo interno
Conversar con uno mismo al momento de identificar emociones negativas es otro recurso útil. Haz un alto y pregunta cuál es el causante de tu sentimiento, pero no seas duro contigo mismo. Esto no se trata de juzgar o categorizar emociones como buenas o malas. Sino de ser consciente de sensaciones agradables y desagradables. Al identificarlas como tal, se pueden realizar actividades para desplazarse hacia otros sentimientos.
Entonces, vale la pena reconcialiarse con nuestras propias emocionas, recordandolas siempre como el producto de años y años de evolución y adaptación humana, que en más de una ocasión nos han salvado la vida.
Finalmente las emociones y cómo las procesamos nos convierten en parte de quienes somos, por lo que es seguro que aprender a identificarlas adecuadamente repercutirá en nuestros objetivos para alcanzar vidas más plenas, acertivas y satisfactorias.
Es decir, ayudará a florecer la mejor versión de uno.
CP