Adrenalina a tope en Puerto Vallarta
Descubre el lado más salvaje y divertido que tiene para ofrecerte este destino del Pacífico jalisciense
Puerto Vallarta ha sido muchas veces la medicina perfecta para el viajero. Le sirve a aquellos que necesitan un rincón donde sanar el corazón y también para las parejas que han sucumbido ante Cupido. Es el destino que anhelan los que andan detrás de una rica gastronomía o por el contrario, quieren darle duro al ejercicio en sus playas. Pero también es el lugar a donde nos vamos a desconectar… o a llenarnos de adrenalina.
Sí, es verdad, este destino jalisciense es famoso por sus proverbiales atardeceres, el arrullo de sus olas y la bohemia de sus habitantes, pero también oculta ese otro rostro, el de una ciudad de actividades vibrantes, donde te puedes subir a las tirolesas más espectaculares y desafiar sus olas más salvajes con la sierra a tus espaldas y el sol acariciando tu rostro.
Es momento de hacer maletas. De liberarnos por unos días de la tiranía de la monotonía y del aburrimiento de la oficina. De alzar los corazones a la aventura y cumplir el viejo adagio: Si vamos a tirar la toalla, que sea en la playa.
Canopy River
Orgullosos de su tierra, persistentes y con ganas de hacer algo especial por su comunidad y su gente. La historia de Canopy River comienza con un grupo de ejidatarios de El Jorullo (actualmente 36), quienes se unieron para transformar sus tierras en 2006, que hasta entonces les había costado rentabilizar como sembradíos. Hoy el único fruto que crece con ellos es el de la emoción.
En CanopyRiver es posible practicar tus habilidades sobre cuatrimotos, hacer un tour en mulas, disfrutar del mejor rapel o lanzarte al mundo del rafting. Todo con la máxima seguridad y con una atención que te hará sentir seguro a lo largo de la aventura.
¿Cuál aventura? Pues dentro de las actividades que se pueden contratar con ellos (las puedes ver a detalle en www.canopyriver.com), están su circuito de Zipline (pensado para los amantes de las tirolesas), el River Expedition (cruzando la montaña y disfrutando sus maravillas naturales) o un tour de caminata por el Jorullo (con una extensión de 8 kilómetros donde las subidas y bajadas van aderezadas con el entorno).
Dos cosas a destacar de las actividades de Canopy River: Aquí encuentras un espectacular puente colgante de 470 metros de largo suspendido a 150 metros de altura (la vista roba el aliento) y la comida al final del recorrido es deliciosa, la parrillada de la casa es otra travesía, en este caso, por los exquisitos sabores de la cocina regional, generosa como pocas en el país.
Vallarta Adventures
Viejos conocidos entre los viajeros frecuentes a este destino, Vallarta Adventures se ha ganado fama a nivel internacional por la calidad de sus servicios, muy solicitados por el turista internacional y por supuesto los mexicanos. Y dentro de la gama de tours (culturales, de espectáculos y aventura) que ofrecen, hay uno en el que nos detenemos en esta edición: Outdoor Adventure con tirolesas.
El servicio (que lo puedes contratar en www.vallarta-adventures.com), está pensado para quienes gozan de las actividades al aire libre. Ojo, que será necesario tener una buena condición física, no tener enfermedades cardiacas ni lesiones para tomarlo, así como pesar menos de 118 kilogramos. En su página encontrarás otras restricciones para garantizar la experiencia plena.
La aventura comienza en la Marina Vallarta, desde donde serás trasladado al punto de inicio del tour, un rincón hermoso y selvático donde viajarás a bordo de una mula hasta las líneas de tirolesa. Largas, veloces y rodeadas de naturaleza, ellas serán la puerta de entrada a una experiencia asombrosa.
Si bien el tour lo pueden tomar desde niños de 8 años (acompañados en todo momento por guías y seguridad), será mucho más disfrutable para aquellos que ya cuenten con una experiencia previa en tirolesas, rapel y descenso en cuerda. Dos actividades que te robarán la atención: la Roller Coaster ZipLine, que combina la tirolesa con la sensación de una montaña rusa y termina en un espectacular chapuzón. La sensación de ingravidez que ofrece este atractivo vale en sí mismo toda la experiencia.
Y es que la otra es la tirolesa… de cabeza. Sí, deberás ir colgado en la línea con tus pies al cielo. La adrenalina se sentirá al tope para quienes no hayan hecho esta actividad antes, además de que ofrece una sensación que se queda en el alma durante el resto del viaje, por decir lo menos.
A recuperar la respiración
Subir, bajar, andar a toda velocidad en la tupida vegetación vallartense y sumergirse en sus aguas. ¿Nos faltó algo? Sin duda relajarse nos caería bien al final de la jornada, con el cuerpo cansado y la sonrisa bien amplia.
La sugerencia tras la aventura es sencillamente tomar una caminata por el malecón de esta ciudad, especialmente si es al atardecer, cuando el calor remite, aunque en otoño suele ser más benigno el clima en general.
Permite que tu mirada se pierda en el arte urbano (estatuas y fachadas del Centro) que han ido poblando el corazón de esta metrópoli, donde cada atardecer podrás disfrutar de un cielo sembrado de mil colores. Es el regalo que el firmamento le otorga a las almas que deciden darle un respiro al trajín laboral y disfrutar del ir y venir de las olas, el ir y venir de los latidos del corazón.
EL DATO
Una opción aérea
Si viajas desde Guadalajara lo usual será que tomes carretera a Puerto Vallarta. Pero si prefieres dejar el coche, desde nuestra ciudad Aeromar cubre la ruta a este destino del Océano Pacífico. Busca en su página ofertas de temporada (https://www.aeromar.mx/), que suelen venir acompañadas por apetitosos paquetes que combinan hotel.