Acrópolis, divino sabor zacatecano
Hay lugar para platillos universales, pero los que se suelen llevar el aplauso de quienes tenemos buen diente son los manjares locales.
Dicen los que saben que la mejor manera de comprobar qué tan buena es la cocina de un restaurante antes de visitarlo por primera vez, es observar qué tan larga es la fila para entrar. Si nos atenemos a ese criterio, podría decirse que Acrópolis es uno de los mejores restaurantes de Zacatecas capital.
Con una ubicación privilegiada (Av. Hidalgo 325, a un costado de la Catedral Basílica), este restaurante abrió sus puertas en 1943 y si bien su interior luce remozado, es innegable que entre sus mesas, barra de comida y cocina, guarda ese aroma a tradición.
El restaurante abre de 08:00 a 22:00 horas, por lo que su ambiente cambia según el momento del día. Los desayunos son espacios para la familia, mientras que conforme avanza la jornada van apareciendo los grupos de amigos, juntas de negocios y parejas que le inyectan una vida al lugar. Por sus pasillos avanzan de forma apresurada y precisa los meseros que llevan y traen la comida y bebida de los comensales.
Y sí, es hora de hablar de la comida. La carta es grande aunque la gastronomía mexicana y en especial de la región es la estrella. Hay lugar para platillos universales (omelettes, sándwiches, hamburguesas), pero los que se suelen llevar el aplauso de quienes tenemos buen diente son los manjares locales.
¿Recomendación? Sin duda las enchiladas zacatecanas o la de la casa son dos perfectas elecciones para darse un gusto. Rellenas de pollo o queso fresco de rancho, con una guarnición de ensalada y sopa de arroz, son perfectas para ir saboreando los ingredientes tradicionales de la región. La porción es generosa, aunque toda la cocina zacatecana tiene ese sello.
Otro que no debe faltar en el pasaporte de todo comelón es el asado de boda, el “platillo estrella” de la gastronomía de ese Estado y que tiene como principal cualidad es delicioso adobo de chiles de la región que abraza la carne de cerdo, picada cuidadosamente en cubos. Es uno de los platillos estrella de la casa y una delicia que no debe dejar pasar todo viajero. Para el dulce final, el menú cuenta con una interesante carta de pan dulce, repostería o helado de sabores (el de fresa es exquisito).
¿Es Acrópolis un restaurante que justifica la larga fila que suele lucir a su entrada? Sin duda. Si bien es un imán de turistas, no ha descuidado al comensal local, ofreciendo una carta que combina lo mejor de la cocina tradicional con toques modernos. Descubre más en www.acropoliszacatecas.wixsite.com/restaurante