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Volver a Vivaldi cortesía desde lo contemporáneo

Bruno Axel comparte su visión sobre “Extaciones. Vivaldi 3.0”, concierto que tendrá su estreno mundial en el Conjunto Santander de Artes Escénicas

El músico, compositor y director español Bruno Axel visitó recientemente Guadalajara para alistar los preparativos de su presentación “Extaciones. Vivaldi 3.0”, una relectura a la obra clásica de Vivaldi: Las cuatro estaciones, concierto para violín de Antonio Vivaldi.

Con una producción original entre Iberarte y el Conjunto Santander de Artes Escénicas (de la Universidad de Guadalajara), esta obra se estrenará mundialmente en la ciudad con la Orquesta de Cámara HiginioRuvalcaba, el jueves 21 y viernes 22 de octubre, a las 21:00 horas, en la Sala 2 del Conjunto Santander de Artes Escénicas.

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Bruno cuenta con una larga trayectoria en artes escénicas, con vinculación a la danza y el teatro, además del cine. Una constante en su trabajo han sido los proyectos multidisciplinares, como es el caso de esta producción. Para el artista, una vocación ha sido hacer fusiones de la música clásica con música actual, entremezclando diferentes estilos y géneros.

Sobre este proyecto platicó en entrevista con EL INFORMADOR: “Tenía ganas desde hace muchos años de hacer las Cuatro estaciones, pero las quería contextualizar. Con la pandemia me nació la idea de hacerlo, es una obra universal, la conoce todo el mundo. Vivaldi habla de la tierra, de los ciclos del año. Quería darle un giro, que hablase del ser humano. Es otro enfoque, a la vez presentamos la obra en un contexto muy actual, utilizando los medios propios de mi tiempo”.

Con miras a presentar la obra en un formato más actual, el músico realizó un trabajo de arreglo musical: “Se llama ‘Extaciones’, con equis, porque hay momentos que creo que crean puro éxtasis, de belleza, eso es algo que quería resaltar.  Mi concepto es crear una historia con un trabajo visual de videomaping, con ese mundo sonoro que ya es actual con la electrónica, las bandas sonoras de cine. Si Vivaldi viviera hubiera utilizado bajo eléctrico, sintetizadores, posiblemente hubiese hecho algo más acorde a nuestro tiempo”.

Revisitar la obra conlleva responsabilidades: “Respeto la partitura totalmente, hago un trabajo de arreglo dividiendo la orquesta en dos: un poco la orquesta A y la orquesta B, la luz y la obscuridad. Con la imagen vamos creando una historia, ciertos elementos en ciertas fases de la obra, una parte de programación electrónica que nos hace pensar que son flashes mentales”.

Bruno resalta la importancia de lo visual en los conciertos: “Hoy en día en general lo visual me parece muy importante, cuando uno va a un concierto está mirando a los músicos, no solo lo auditivo. Llevo muchos años. Soy hijo de un director de teatro, llevo muchos años haciendo espectáculos con escenas, con videomaping. En este caso me parecía hacer una contraposición a la música, con cierta crítica al ser humano, a lo social. Se crea una historia que empieza y termina. Lo que los visuales nos regalan un viaje con la propia música. Con partes muy bellas contrasta con el calentamiento global, con la relación del ser humano con la naturaleza, o las relaciones entre seres humanos, con las fronteras, la avaricia. Todo se narra de una manera abstracta”.

Esta es la primera vez que trabaja en México: “La orquesta me ha facilitado todo, también el Conjunto Santander y la Universidad de Guadalajara. Me gusta hacer proyectos que se salgan del estándar: la idea de este proyecto es que enganche a gente fuera de la música clásica, otro público, no solo para un nicho de gente muy purista. Por eso darle este contexto actual a la obra. La orquesta me parece fantástica, es gente muy joven, con mucha energía, son las generaciones que vienen”. Además del estreno en el Conjunto Santander programado para octubre, la producción ya prepara fechas en el Cervantino y en Bogotá (Colombia).

MQ

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