Sonido y libertad independiente
El grupo Perotá Chingó, encabezado por Dolores Aguirre y Julia Ortiz se alista para llegar a Guadalajara este 6 de diciembre
Idealistas absolutas y sobre todo, libres de cualquier atadura. La propuesta que tiene entre manos el grupo argentino Perotá Chingó es simple: Sonidos alejados de la vulgaridad y estridencia. Cercanos a los sentimientos y la introspección. Menos dureza en la propuesta y más fluidez en sus ideas, o dicho de otra manera, “Aguas”.
Con Dolores Aguirre (voz -guitarra) y Julia Ortiz (voz) a la cabeza de este experimento sonoro, el conjunto llegará a tierras tapatías este 6 de diciembre, con el C3 Stage como escenario. La banda, que presenta su placa más reciente, titulada “Aguas”, se completa con la presencia de Martín Dacosta (percusión) y Andrés Villaveiran (teclados).
En entrevista con este medio, Julia explica el momento que vive la banda y el crecimiento que han experimentado al crear “Aguas”, una placa que las obligó a darle profundidad a un concepto que ya supera el lustro sobre los escenarios, aunque ambas artistas tienen más de dos décadas de conocerse.
-¿Cómo llega Perotá a su cita con los tapatíos?
-Seguimos presentando nuestro último disco “Aguas”, esta vez desde una nueva propuesta dónde buscamos expresar toda la profundidad del material, mezclándolo a la vez con un pequeño recorrido por nuestros orígenes musicales y canciones que nos vienen acompañando desde siempre.
-Su estilo (rock folk, independiente) tiene ese sello de “música libre”, como si la improvisación y el momento dictaran cómo va a sonar la canción, pero en “Aguas” esto cambió un poco ¿cierto?
-“Aguas” nos hizo entrar en un proceso creativo del que no hemos salido del todo, porque fue bastante complejo, nos exigió ir más allá de la música. Trabajamos casi 3 meses en un estudio y en ese tiempo se fue creando una conexión entre la banda muy fuerte.
-¿No hubo nervio de cómo lo recibiría el público?
-Claro. Expectativa, nervios, incertidumbre. No sabíamos cómo iba a reaccionar la gente la primera vez que lo presentamos. La experiencia creativa fue intensa. El disco anterior, por hacer una comparación, fue una fotografía del momento que vivíamos. “Aguas” es una experiencia muy diferente.
-¿Qué sientes cada que subes al escenario?
-Es una conexión profunda. Definitivamente no son nervios, pero sí hay un ‘subidón’, una especie de adrenalina intensa que se libera. Siempre se experimenta diferente, pero la expectativa de tocar en otro país, como en este caso, lo hace todavía más poderoso.