¿Sabías que cada forma de nube tiene su propio nombre?
¿Quién no ha soñado con vivir entre las nubes? Vaya idilio, pero, ¿cómo pisar una nube, que sería igual a pisar agua? ¿Será que una cúmulo resistirá mejor nuestro peso que una cirro?
Blancas volutitas que se pintan con los tonos rojizos del crepúsculo o los azules océanicos. Preciosas y en momentos furibundas compañeras. Las nubes son uno de los fenómenos más fascinantes de la atmósfera terrestre, formadas principalmente por agua en estado líquido o sólido y núcleos de condensación, como partículas de polvo, sal marina o suciedad.
Estos núcleos atraen vapor de agua, que al ascender se condensa en diminutas gotas de agua o cristales de hielo. Estas partículas, mucho más ligeras que las gotas de lluvia, se acumulan y flotan en el aire, dando forma a las estructuras esponjosas que observamos en el cielo.
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Las nubes se forman mayormente en la troposfera, la capa más baja de la atmósfera, y su clasificación principal depende de la altura en la que se encuentren:
Nubes altas (entre 3 km y 18 km dependiendo de la latitud):
- Cirros: Filamentos blancos y delicados, formados por cristales de hielo.
- Cirrostratos: Velos blanquecinos que cubren el cielo, a menudo formando halos alrededor del sol o la luna.
- Cirrocúmulos: Pequeñas formaciones onduladas que suelen parecer láminas.
Nubes medias (entre 2 km y 7 km):
- Altocúmulos: Formaciones con apariencia de ondas o hileras, compuestas por agua líquida.
- Altoestratos: Capas grises que pueden oscurecer el sol, anunciando tormentas.
- Nimbostratos: Densas y oscuras, capaces de producir lluvias continuas o nevadas.
Nubes bajas (menos de 2 km):
- Estratos: Capas finas y uniformes que cubren el cielo.
- Estratocúmulos: Irregulares, con tonos grisáceos y blancos.
- Cúmulos: Grandes y algodonosas, frecuentemente asociadas a climas soleados.
- Cumulonimbos: Altas y densas, precursoras de tormentas eléctricas y fenómenos severos como granizo o tornados.
Las nubes desempeñan roles esenciales en el equilibrio climático. Durante el día, reflejan la luz solar, moderando las temperaturas. Por la noche, ayudan a retener el calor, funcionando como una manta térmica. Además, son las principales responsables de las precipitaciones, esenciales para los ciclos naturales.
¿Acaso las nubes existen en otro planeta? En efecto, la Tierra no es el único lugar donde habitan, astrónomos han observado en la superficie de Marte, nubes similares a las nuestras, compuestas principalmente de dióxido de carbono y agua en estado sólido.
Sea cual sea su forma, su tamaño o tipo, una nube será siempre un espectáculo, ¿qué mejor razón para mirar boca arriba cuando lo que anida en el suelo sobrepasa al mundo?
Con información de National Geographic.
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AO