"Amor de madre" vence a la pandemia
La película del cineasta Luis Urquiza ha vuelto al rodaje, y cuenta con los actores Verónica Merchant y Andrés Delgado como los protagonistas de esta historia
La pandemia paró su proceso, pero la película “Amor de madre” ha retomado los trabajos para llegar pronto a la pantalla y mostrar lo que una mujer puede infligir a su propio hijo.
Verónica Merchant y Andrés Delgado protagonizan esta historia que se filmó a inicios del 2020 bajo la dirección de Luis Urquiza (“Obediencia perfecta”).
La historia inicia cuando dos jóvenes van a contraer matrimonio, pero él cae en coma; su novia se va a Canadá por una beca, pero cuando regresa, resulta que ella ya tiene nueva pareja.
“Por cuestiones de la crisis que provocó la pandemia, que a todos nos pegó, se colapsó el cine mexicano. Pero ya vamos regresando a eso, esperamos que pronto pueda ser vista”, comenta Urquiza.
“Verónica está espectacular, fue una historia en la que se trabajó el guion unos tres años y que merece ser vista, por fortuna, ya estamos de nuevo en ella”, expresa.
“Amor de madre”, con guion de David Mascareño, es la versión larga del cortometraje que en 2006 dirigió el mismo Urquiza. Pozos (Guanajuato) y una hacienda en Hidalgo, fueron sede del rodaje que duró cuatro semanas.
Samantha Siqueiros, como la novia y Roberto Sosa, en el papel de doctor, completan el reparto. Sergei Saldívar Tanaka tiene a su cargo la fotografía del proyecto hecho por Astillero Films.
Durante la pandemia, Urquiza dirigió la serie “Acá los paisanos”, para Canal Once, sobre migrantes reales y “Horario estelar”, protagonizada por Óscar Jaenada.
Para la primera realizó un viaje a Estados Unidos para conocer historias reales y conmovedoras, mientras que en la segunda la producción enfrentó el problema de salud de Juan Pablo Medina, quien era el protagonista inicial.
“Horario estelar”, disponible en Star+, sigue a un hombre que tiene un programa televisivo en horario nocturno, pero que no necesariamente dice todo lo que sabe y utiliza sus relaciones para ocultar cosas.
“Se trata de una historia de poder, en este caso de periodistas que a la hora de tomar una pluma, un teclado o redactar un texto en celulares, tiene una enorme responsabilidad por llegar a un número grande de personas y moviendo conciencias”, detalla Urquiza.
CT