Manolo Caro reescribe su propio cuento con “Érase una vez… pero ya no”
El exitoso director tapatío llega a la plataforma con su nueva serie, en la cual dirigió al cantante de moda: Sebastián Yatra
El director tapatío Manolo Caro estrena hoy a través de Netflix su nueva serie, “Érase una vez (pero ya no)”, un cuento fantástico, mágico, cómico, musical y sensual protagonizado por Sebastián Yatra, Mónica Maranillo, Nia Correia, Mariana Treviño, Rossy de Palma, Mariola Fuentes, Daniela Vega, Itziar Castro y Asier Etxeandía.
La serie de seis episodios de media hora cada uno, narra la historia de un frágil joven pescador y una princesa que fueron separados y deben encontrarse en otra vida para romper el hechizo que ha caído sobre su excéntrico pueblo. Sin embargo, ya en la actualidad, la llegada de dos turistas pondrá en riesgo la única posibilidad que tienen de romper el encantamiento.
Manolo Caro habla en entrevista exclusiva para EL INFORMADOR sobre este proyecto en el que ha decidido divertirse y contar una historia entretenida que solo busca que la audiencia se pase un rato agradable. “Fue un proyecto divertido de hacer, nos reímos mucho… yo creo que demás porque hay cosas muy hilarantes en la serie que se quedaron en la edición, pero esa era la intención, pasarla bien, es un proyecto para reír, para disfrutar, para cantar, para bailar, y ya está”.
Expresa que no intentaba con esta historia ponerse intenso o ponerle una energía con la que no comulgue la historia, sin embargo, Manolo no deja de ser irreverente y provocador y en la trama, hay varias moralejas sobre la libertad sexual, romper con la norma social establecida, y solo dejarse llevar por la felicidad de ser uno mismo.
“Lo que hace muy bien la historia y lo que me gusta, es como desmitifica muchas cosas que creemos que tienen que suceder de alguna u otra forma, cómo encontrar al amor de tu vida, tener una vida de pareja, renunciar a cosas por ella, ser valiente y mostrarte ante el mundo ultra poderoso, cuando la fragilidad es lo que hace a los seres humanos hermosos. Entonces, desde ahí hay muchos planteamientos que me interesaban contar y que lo hemos hecho de una forma muy arriesgada, pero lo hemos logrado”.
La exploración sexual es uno de los atractivos de este cuento atípico de princesas y dragones. “Hablar de estos temas es hablar de la libertad sexual y muchas veces se abordan cuestiones LGBT+ que a mí me interesan y que las he puesto, pero hablar de la libertad sexual que asumes con tu cuerpo (aún) es un tabú, como enrollarte con alguien por el simple gusto de tener un momento de placer sin ningún tipo de sentimientos, y también qué pasa cuando hay sentimientos”.
Expresa además que pareciera que con sus trabajos hay una intención de provocar, pero confiesa que no es así. “No me interesa ser un director provocador por el simple hecho de provocar y de hablar de temas que no se han hablado, me gustaría pensar que lo que estoy haciendo es visibilizar y normalizar temas que hablan de nuestra cotidianidad”.
Cabe señalar que la serie fue clasificada para audiencia arriba de 16 años; sobre este tema comenta: “Es una serie muy juvenil, que el público adulto puede gustar de ella porque es muy irreverente y porque tiene canciones que conocemos muy bien quienes estamos en los 30 y principios de los 40 años, además porque es muy bonita estéticamente y es muy llevadera. A partir de la crisis sanitaria, y ahora la guerra, yo tenía todo mi enfoque y mi energía puesta en hacer entretenimiento que me ayudara a dispersarme y separarme de la realidad del día a día”.
La otra cara de Sebastián
Sobre el trabajo con Sebastián Yatra, Manolo lo presenta al público desde otro ángulo, a través de su personaje de “Maxi”, el actor fluye con su masculinidad y el público lo verá utilizando ropa ajustada y jockstrap, rompiendo con la imagen de “machín” que le ha dejado involucrarse en sonidos urbanos, por ejemplo.
“Sebastián es una persona frágil, muy talentosa, amorosa y muy fuerte en muchas cosas, porque para tener la carrera que tiene debe tener fortaleza y decisión, pero es una persona que se deja afectar por sus emociones, y que probablemente no se vestiría así en el día a día, pero en el personaje es importante cuando lo creas y vas a convivir con él seis capítulos de media hora y dejar muy claro el statement , y ese es, que puede usar un crop top y eso no quiere decir nada, más que le gusta (ponérselo)”.
Su vinculación con España
Finalmente sobre radicar en España y desarrollar sus últimos proyectos allá, destaca Manolo que él estudió en ese país y ya se había hecho de su grupo de amigos, pero que con el éxito de “La casa de las flores” en México, se dio la posibilidad de hacer “Alguien tiene que morir” en España, luego llegó la pandemia y todos los proyectos se frenaron.
“Y cuando empezaron, fue cuando hice el capítulo especial de película de ‘La casa de las flores’ y cuando las cosas comenzaron a fluir, todo tiró a que en España había propuestas más firmes y más interesantes en este momento, no quiere decir que las de México no lo sean, yo amo a mi país y cuando salga algo que funcione iré a trabajar aunque mi residencia oficial sea ya acá. En 2023 todavía no tengo mucha claridad, pero ojalá llegue algo, hay una plática de ir a hacer una obra de teatro y supongo que tendré que responder en las próximas semanas, me encantaría ir a México y hacer teatro, como me encantaría regresar al cine. Lo que si no veo es yéndome a hacer una serie de televisión por seis o siete meses porque mi casa, mi pareja, mis perros y mi vida están acá”. El próximo estreno que tiene con Netflix es la serie “Sagrada familia” que también filmó en España, con Najwa Nimri y Alba Flores.