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La Berlinale se sacude hasta sus cimientos

Sale a la luz el pasado nazi de Alfred Bauer, fundador del festival

El pasado nazi del fundador del festival alemán es un golpe al corazón del encuentro fílmico, que el próximo 20 de febrero abrirá una edición con la que pensaba celebrar los 70 años de un evento nacido en la posguerra e impulsado por los aliados.

La dirección de la Berlinale, recién asumida de forma colegiada por el italiano Carlo Chatrian y la holandesa Mariette Rissenbeek, no tardó ni una hora en reaccionar a la difusión ayer de un avance editorial del semanario Die Zeit. Poco después, publicó en su página web la decisión de “suspender” el premio instituido en memoria de Alfred Bauer.

La citada publicación “da nueva luz” a la posición que ocupó Bauer bajo el nacionalsocialismo, apuntaba el festival. “Aplaudimos la investigación de Die Zeit y hacemos nuestras estas informaciones para que investigadores externos estudien la historia del festival”, prosigue el comunicado.

Las revelaciones de Die Zeit son comprometedoras. Bauer, director de la Berlinale de 1951 a 1976, trabajó en la dirección general del cine del Tercer Reich, creado en 1942 por su jefe de la propaganda, Joseph Goebbels. Su cometido era controlar a las personas involucradas en la industria del cine, desde actores a directores, cámaras y personal técnico.

Estaba implicado en las decisiones sobre quién trabajaba y quién no y sobre quién quedaba exento de servir en el ejército nazi. Era un “hombre fiel” a las SA hitlerianas, resume la publicación, además de miembro del partido nacionalsocialista de Adolf Hitler.

Hasta ahora se sabía que ejerció en el cine bajo el Tercer Reich y que había pertenecido a organizaciones del régimen. Así constaba en el libro editado en 2000 por la Berlinale, en ocasión del 50 aniversario del festival.

El Premio Alfred Bauer fue instituido en 1987. Justo en la presente edición iba a añadirse a su nombre la coletilla de “Premio Especial del Jurado”. Es el tercer galardón del palmarés del festival, tras el Oso de Oro al mejor filme y Oso de Plata Gran Premio del Jurado.

La dirección del festival no se plantea “de momento” sustituirlo por otro, con otra denominación, afirmó esa fuente. Desaparece así un premio en cuya nómina hay producciones  como la argentina “La Ciénaga”, de Lucrecia Martel (2001), “El Custodio”, de su compatriota Rodrigo Moreno (2006) y “Lake Tahoe”, del mexicano Fernando Eimbcke (2008).

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