Kevin Morgan, el hombre que vivió dos veces
El joven de raíces tapatías estuvo muerto por 10 minutos, rareza que recoge el documental The man who lived twice
Kevin Morgan siempre quiso convertirse en un músico tan grande como su ídolo David Bowie, por lo que no se despegaba de su guitarra ni de su agrupación musical. Es pasión musical lo hizo mudarse de Florida a Guadalajara, de donde es originaria su madre.
Sin embargo, sus sueños se vieron paralizados en un instante: murió durante más de diez minutos. Este increíble hecho llamó la atención de doctores y demás profesionales de la ciencia médica, pero también del premiado director Alan Gaffere.
Morgan, en entrevista con este medio, detalla: “En Estados Unidos me contactaron Hi Pro Productions & Media, porque ellos habían estado haciendo documentales sobre soldados que habían sufrido durante la guerra. Como vieron mi accidente y por ser un caso tan raro decidieron hacer un documental. Fue increíble hacer el documental, ya había hecho videos musicales antes, pero la experiencia de hacer un documental es mil veces más complicada y emocionante”.
Dicho documental, titulado “The man who lived twice” (”El hombre que vivió dos veces”), se estrenó ayer dentro del marco del Festival Internacional del Cine de Guadalajara, con la presencia del personaje principal Kevin Morgan, junto con sus familiares y amigos, quienes, durante y después de ver el filme, convivieron de manera emotiva, pues a más de uno provocó lágrimas.
Morgan no recuerda qué fue lo que pasó, pero su familia, que se encontraba con él en el momento del accidente, sí: simplemente se desvaneció, perdió el pulso y dejó de respirar durante varios minutos. Al estar en el hospital, los médicos no pudieron dar más explicaciones más que verlo como un hecho milagroso.
“El cerebro, cuando vive un evento traumático, borra la memoria. Yo no recuerdo nada de lo que pasó, incluso dos semanas antes. Sólo me quedé dormido y desperté en un hospital, se sintió como un sueño muy largo”, cuenta Morgan.
Durante esa especie de sueño, que en verdad fue su muerte, vio “el más allá, muchas luces brillantes, gente hecha de luz que se podía decir que son ángeles. Fue como un sueño cuando desperté, primero quería volver porque se sentía tan rico. Poco a poco se va difuminando. Sentía como una dimensión más allá de la nuestra, como si hubiera despertado en un futuro, sin cuerpo, no sentía peso, sólo flotaba”.
El accidente dejó secuelas, pero después de un año, Kevin vuelve con mayor ímpetu a vivir sus metas: “Volveré a dar conciertos aquí en GDL, además estoy terminando el álbum que estaba en proceso antes del accidente”.