Jorge Aravena, 30 años frente a las cámaras
El histrión peruano hace un recuento de su carrera al tiempo que reconoce que enfrenta un boicot en su contra
La felicidad lo llena por completo. Así se siente el actor peruano Jorge Aravena, quien está celebrando 30 años de carrera en la actuación, un camino lleno de momentos buenos y otros no tanto, pero que al final del día lo han forjado como un hombre íntegro con humildad y con muchas ganas de seguir aprendiendo.
En entrevista, cuenta cómo ha sido llegar hasta este punto de su carrera, en el que actualmente vive un momento complicado porque le están poniendo un freno a su vida laboral, ya que no se le ha permitido integrarse a algún otro proyecto de actuación pese a que está en total libertad para trabajar donde sea.
“Se dice fácil, pero realmente ni cuenta me di que llegué a 30 años, he pasado cosas difíciles, pero creo que es normal en cualquier persona tener momentos malos o buenos, como le pasa a la mayoría de la gente. Me alegra estar cumpliendo 30 años de carrera, pero si me dijeran que tengo que empezar de nuevo (con todo lo que ya vivió), me dedico a otra cosa, porque yo sé lo que es estar tres días sin comer, en mis inicios no me alcanzaba pero ni para pagar el cuarto donde vivía”.
Recuerda que pasó por momentos complicados donde tomaba varios empleos para poder sobrevivir, en Venezuela también desarrolló su carrera y trae a su memoria que participaba como jurado en concursos de belleza o cantaba en discotecas para obtener ingresos, “yo no soy cantante, pero me grababa unas pistas y cantaba. Luego nació mi primer hijo, luego el segundo y el tercero, obviamente ya iba ganando más y en cada novela me iban aumentando, pero también aumentaba la familia, así como los gastos. Los primeros nueve años fueron algo duros”.
En 1999 protagonizó una novela hecha en Perú: “Girasoles para Lucía”, la cual “la compró Univisión y después de eso cambió mi carrera, porque sí gustó la novela, era mi primer protagónico, había muchos países que no querían comprarla porque no sabían si iba a funcionar porque entonces no era conocido como protagonista. Afortunadamente le gustó al público y ya he trabajado en ocho países, a pesar de las cosas difíciles que he pasado, tampoco me puedo quejar”. Desde 1992, el histrión ha estado en más de una veintena de telenovelas, las cuales se han visto en más de 120 países.
Con respecto al boicot por el que atraviesa, comparte que espera que pronto se pueda levantar ese freno del que está siendo sujeto. “Están pasando cosas muy raras, porque si bien no había parado en muchos años de carrera, de pronto he sentido como un freno, alguien me frenó, alguien a quien no le caigo bien y con mucho poder. Entonces, es esperar a que a esta persona se le pase o que otros productores y productoras tomen su decisión (y digan): ‘a mí no me importa si esta persona lo tiene vetado o no, pero yo quiero trabajar con él y punto’. Hasta que ellos no tomen su decisión y sigan haciendo caso a las personas malintencionadas por ahí, estaré congelado, supongo, no sé”.
Reitera que está libre, que puede trabajar con quien él quiera, no tiene contrato; quiere continuar en la actuación porque es lo que le gusta hacer y por lo que estudió, pero tampoco se cierra a buscar otros caminos. “Si estoy fuera del aire, no es por mí, no es porque no quiera trabajar, es simplemente porque me tienen frenado”.
Una amorosa familia
En su vida personal, todo fluye, ha tenido dos matrimonios y cuatro hijos. Con sus ex mujeres Yenny Martínez y PaolaToyos se lleva muy bien. “Soy una persona que amo a mis hijos, tengo dos separaciones, pero me divorcié de las mamás, no de ellos, de hecho vengo de Miami, me quedé en casa de mis hijos y la mamá estaba ahí, me llevo muy bien con ella y con Paola también, quien es la mamá de mi cuarto hijo”.
Explica que el cariño con sus hijos es incomparable, señala que todo el tiempo se manifiestan su cariño.
JL