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Joaquín del Paso confronta al sometimiento de la juventud

Las salas mexicanas reciben “El hoyo en la cerca”; se trata del segundo largometraje del cineasta que confronta algunas creencias en su historia y hace una reflexión con los jóvenes

Mostrar cómo es que se articula el adoctrinamiento y la imposición de ideologías en un país como México, es la primicia con la que el cineasta Joaquín del Paso llega a las salas mexicanas el próximo 9 de junio para estrenar su segundo largometraje “El hoyo en la cerca”, filme que ha cautivado a diversos festivales como el de Toronto, Morelia y particularmente en el encuentro de Venecia, en donde ganó el premio Bisato d’Oro a la Mejor fotografía, en la sección Orizzonti.

Joaquín, quien debutó en la gran pantalla con su multipremiada ópera prima “Maquinaria Panamericana”, señala que en el que caso de “El hoyo en la cerca” retrata un interés personal al preguntarse cómo la juventud puede ser sometida, sin importar su condición social, a ideologías que tienen como estandarte el machismo, el racismo y el miedo.

“Cada película es un viaje diferente y éste ha sido muy satisfactorio, no solo desde el filmar con estos niños y adolescentes y ver cómo han crecido, que me han acompañado en el camino, es una experiencia muy diferente a las demás”, indica Joaquín del Paso al resaltar el desempeño actoral que su elenco principal, conformado por Valeria Lamm, Lucciano Kurti, Yubáh Ortega y Erick Walke, por ejemplo, tuvieron para dar vida un grupo de estudiantes de élite, quienes durante un campamento, enfrentan una lucha moral, ética y física al confrontar lo que creían sobre el mundo.

“Es un thriller psicológico con tintes de terror sobre unos alumnos de una escuela privada religiosa de la élite, que asisten a un campamento a las afueras de la ciudad, descubren un hoyo en la cerca, se empieza a correr el rumor de que tal vez alguien se metió al campamento. Es una película muy intensa, fuerte, que habla sobre muchos de los sentimientos que tienen los protagonistas, con una base de crítica social”.

Abierta al diálogo

El director destaca el gran recibimiento que “El hoyo en la cerca” ha tenido en su recorrido internacional y si bien la trama está situada en México y parte de su idiosincrasia, el actuar de sus personajes y formas de reaccionar han generado un diálogo abierto sobre las presiones marcadas en la juventud durante su formación.

“No deja a nadie indiferente, realmente crea un impacto en el espectador, no importa en qué país y creo que en México aún más por la temática”, añade Del Paso al considerar que si bien historias cómo estas han podido llevarse al ojo público en un país como México, la trama llega en un momento justo.

“Los temas que maneja la película, que es la juventud, que creo que es la preocupación más grande de mucha gente, es —preguntarnos— cómo serán las nuevas generaciones que viven un país como éste, que tiene tantos problemas, que el lado oscuro sigue creciendo cada vez más grande, qué va a pasar con esos jóvenes. La película toca temas muy fuertes de opresión en la juventud, de abuso, racismo, clasismo, de la construcción de una masculinidad tóxica, esos temas están actuales, siempre los hemos tenido, pero es un momento en el que se abre el diálogo y el público está muy abierto, no hay muchas películas que se atrevan a hablar de eso”.

La pregunta más grande que se plantea el cineasta es ¿cómo serán las nuevas generaciones que viven en un país como México?. CORTESÍA

Una revisión constante

Joaquín del Paso no solo propone una narrativa que parte desde diversas perspectivas, desde la visión y entendimiento de sus protagonistas, el concepto visual de sus escenarios que llevan al espectador a la incertidumbre y el juego de sonidos que replantean en cada escena, hasta el final, lo que se ve en la pantalla, pues detalla que para tener una experiencia más inmersiva es recomendable ver un par de veces “El hoyo en la cerca” para descubrir cada detalle que en un primer vistazo pueden no ser perceptibles y que por mucho van dando nuevas lecturas a la historia.

“Es un proceso de ir encontrando la película en cada detalle. Esta película en particular tiene millones de detalles, cuando la vean la segunda o tercera vez, verán más cosas. Es ir rascando y buscando dónde está la esencia, no puedo decir un solo momento, son años de trabajo”.

El cineasta recalca que el detonante inicial de “El hoyo en la cerca” nace de su interés personal por explorar qué pasa con los jóvenes cuándo están sometidos a modelos o ideologías de opresión: “que no se dan cuenta, de cómo las escuelas y la educación van formando su ideología. El detonador fue pensar en hacer una película para jóvenes, para que puedan abrir su mente y tal vez darse cuenta que algunas cosas que están a su alrededor que no son exactamente lo que parecen”.

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