Jornada de locura en el Festival de Venecia
El filme "Don't Worry Darling" habla sobre el abuso de poder en el que una perfecta ama de casa que solo vive por y para su marido, la cinta demuestra que el control de las mujeres y del ser humano no es sino caótico en todo sentido
Harry Styles revolucionó ayer el Festival de Venecia a su paso por la alfombra roja para el estreno de “Don't Worry Darling” con la directora Olivia Wilde, su pareja, y su coprotagonista Florence Pugh, quien apareció tras su ausencia en la rueda de prensa previa y los rumores de una pelea con Wilde.
El Lido, la apacible isla veneciana donde cada año tiene lugar el certamen, vivió ayer lunes una jornada de auténtica locura, con cientos de jóvenes que peregrinaron para ver al músico británico y, los más ambiciosos, tratar de sonsacarle un autógrafo: Tuvieron que esperar a las puertas del Palacio del Cine durante horas —hubo quien pasó la noche en bolsas de dormir—, y luego hubo que aguantar el intenso calor de las horas diurnas, pero al final lograron ver desfilar a su ídolo por la alfombra roja.
Styles y Wilde, su pareja, llegaron al estreno oficial por separado: él detrás de unos grandes lentes de Sol y vestido con un traje setentero azul y una camisa a juego con grandes cuellos; ella con un vaporoso vestido amarillo.
La última en llegar fue la propia Florence Pugh, a pesar de que, horas antes, no había acudido a la rueda de prensa de presentación de la película.
CT