Halloween 2024: Tres películas de animación independiente para ver
¿Amante del cine? Espera, te lo preguntaremos de nuevo, ¿amante del cine independiente? No te vayas porque te recomendaremos tres largometrajes para ver en este Halloween
En cualquier momento de Halloween, una de las costumbres es ver películas, ya sea en soledad o con tus amistades. Si te gusta la oscuridad, las animaciones poco convencionales, lo grotesco y lo que es raro. Puede y sólo puede, que alguna de estas películas te resulte interesante.
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HELL de Rein Raamat (1983)
Inspirado en las tres obras del pintor estonio Edouard Wiiralta: "Inferno", "Hell" y "Cabaret". Hell es una animación de 1983, producida por la ya disuelta Unión Soviética y dirigida por el artista y director estonio, Rein Raamat.
En Hell, la cual representa una metáfora de la humanidad. Los invitados de una opulenta reunión, muy al estilo de La Máscara de la Muerte Roja de Poe, yacen ahogados en excesos de alcohol y de hambre (hambre en el sentido literal y figurado: hambre por la comida, hambre por el cuerpo). Sin embargo, cuando a la ceremonia llega un flautista y entona una melodía discordante, el ambiente se transforma en un carrusel de cosas que apenas se distinguen humanas.
La Casa Lobo de Cristóbal León y Joaquín Cociña (2018)
Podemos ver a La Casa Lobo, como un cuento de hadas de puro oscurantismo. Una fábula contada desde la perspectiva del villano, pues, la película chilena dirigida por Cristóbal León y Joaquín Cociña, toma como punto de partida, los hechos reales que sucedieron en la Colonia Dignidad (asentamiento de colonos alemanes, que funcionó como un centro clandestino de detención, tortura y asesinato durante la dictadura de Pinochet).
Se trata, pues, de una narrativa pesadillesca que es todavía más inquietante por su técnica de animación: stop-motion a tamaño escala.
En La Casa Lobo, una joven que escapó de la colonia, encuentra refugio en una casa en lo profundo del bosque. La persigue un lobo hambriento y la única compañía que la mantiene cuerda son dos cerditos que poco a poco dejan de despertar su amor.
Joy Street de Suzan Pitt (1995)
Con un manejo de la estética noir, la animadora estadounidense, Suzan Pitt, presenta en Joy Street una animación de casi media hora con fotogramas realizados en técnica de acuarela y con una apesadumbrada tonada de jazz.
El aislamiento y lo que este acarrea: una soledad, a menudo, sofocante, hace que cualquier rincón de la casa (o del mundo) sea un pésimo lugar para estar. Una mujer desaliñada, fuma incansablemente en su departamento cuando la aparición de un chimpancé de colores la obliga a salir de ese agujero.
Si bien, en los primeros minutos la propuesta de Pitt se caracteriza por ser oscura. Es para la segunda mitad del cortometraje que la psicodelia toma protagonismo. Aparentemente, la cineasta estuvo muy influida por los viajes que hizo a Guatemala y México.
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AO