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Guillermo del Toro y Kim Morgan revelan cómo crearon “El callejón de las almas perdidas”

El director y la guionista hablan en entrevista sobre los procesos creativos detrás de la cinta que llega a los cines de México este jueves 27 de enero

Han pasado cerca de 30 años desde la primera vez que Guillermo del Toro consideró adaptar “El callejón de las almas perdidas” (“Nightmare Alley”). Fue un proyecto que le propuso su asiduo colaborador, el actor Ron Perlman, tras haber rodado juntos la primera película cinematográfica de Del Toro: “Cronos” (1993): “Me encantaría hacer una adaptación de esa película”, le dijo Perlman a Del Toro refiriéndose a la versión de 1947 de “El callejón de las almas perdidas” realizada por 20th Century Fox y protagonizada por Tyrone Power.

La película estaba basada en la novela de 1946 de William Lindsay Gresham, y fue la lectura del libro la que finalmente despertó el interés de Del Toro: “La película es muy distinta de la novela”, le dijo Del Toro a Perlman. “Creo que podríamos hacer una nueva versión del libro y dejar que la película original siga su propio camino”, agregó.

A Del Toro le tomó casi tres décadas regresar a “El callejón de las almas perdidas”. Lo que había frenado su primer intento con Perlman era que los derechos para adaptar el libro estaban, en palabras de Del Toro: “Celosamente guardados” en Fox, donde Darryl F. Zanuck sólo había hecho la película a regañadientes para complacer a Power.

En aquel momento en el que debatieron el proyecto, Del Toro aún no se había ganado su fama como director. Con los derechos en manos de uno de los principales estudios de Hollywood, Del Toro no podía simplemente presentarse y plantear hacer una película del libro: y la idea de adaptar el libro fue perdiendo fuerza a medida que Guillermo centró su atención en otros proyectos.

Pero la vida de Del Toro dio un giro, cuando su última película, “La forma del agua”, obtuvo cuatro premios Oscar, incluidos dos para el mismo tapatío a Mejor director y Película. De manera que cuando se sentó con los directivos de Searchlight Pictures, con quienes había realizado “La forma del agua”, Del Toro vio la oportunidad de proponerles hacer “El callejón de las almas perdidas”.Searchlight, después de todo, se había fundado como una división de 20th CenturyFoxStudios, y tenía acceso a los derechos de adaptación. “Searchlight de inmediato dijo que sí”, cuenta en entrevista Del Toro.

“El callejón de las almas perdidas”, filme que llega a la salas de cine en México este 27 de enero cuenta en su elenco a: Bradley Cooper, Cate Blanchett, Rooney Mara, Toni Collette, Ron Perlman, Willem Dafoe, Richard Jenkins, David Strathairn y Paul Anderson, entre otros.

La cinta “El callejón de las almas perdidas” presenta la historia de “Stan Carlisle” (Bradley Cooper) un joven ambicioso trabajador de feria con una gran facilidad de palabras. “Stan” se unirá a psicóloga manipuladora “Lilith Ritter” (Cate Blanchett) para estafar a un rico magnate y atacar a la alta sociedad.

El origen del guion

Del Toro -director y guionista de “El callejón de las almas perdidas”- recuerda que había estado buscando un proyecto para hacer en colaboración con la guionista Kim Morgan -su esposa desde mayo de 2021-. Señala que fue ella quien volvió a traerle “El callejón de las almas perdidas” a la memoria: “Un día estaba hablando con él del libro”, recuerda Morgan en entrevista. “Yo había leído la novela y había visto la película, claro, pero le dije: ‘¿Has leído el libro? Porque creo que alguien debería adaptarlo’”.

Agregan que lo que Morgan había identificado en la novela era precisamente lo que había atraído a Del Toro tantos años antes.

Los temas oscuros e implacables de la novela habían sido, comprensiblemente, suavizados en la adaptación cinematográfica de 1947, cuando Hollywood operaba bajo el código Hays, encerrando la producción en lo que Del Toro describe como una suerte de “jaula moral”.

Del Toro y Morgan sabían que si iban a escribir el guion, sería sin temor a mostrar esa cara oscura de los Estados Unidos que Gresham había capturado en su libro: “En él retrata un mundo implacable de trúhanes y ladrones, y la sociedad de una feria de atracciones en la que los fenómenos se convierten en espectáculos de entretenimiento, y los hombres son explotados por sus vicios, drogados y forzados a interpretar como geeks o monstruos”, agregan los creativos.

Así mismo, la pareja comparte que aún si saber si la cinta sería filmada, decidieron trabajar en el guion: “Lo escribimos en una posición ideal, porque dijimos: ‘Escribámoslo sin pensar en si se irá a hacer o no’”, cuenta Guillermo.

Cabe señalar que el proceso de escritura del guion involucró la acostumbrada curaduría de películas, arte y música hecha por Del Toro para usar como puntos de contacto: “Vimos muchísimas películas de la época pre-code”, cuenta Morgan. “No pensábamos en tropos del cine negro, pero hay tantos diálogos magníficos en la novela que queríamos capturar ese intercambio vertiginoso que era común en ese entonces”.

“Queríamos salir de la jerga habitual del cine negro”, agrega Del Toro. “Descubrimos numerosas expresiones de la lengua coloquial que yo nunca había escuchado. Mucha de la velocidad y construcción de los diálogos requería una dinámica que no es contemporánea”.

Kim Morgan y Del Toro en un primer momento se sentaron a trabajar juntos, pero pronto hallaron un mejor ritmo haciendo cada uno su aporte sobre el guion y luego pasándoselo al otro: “No es fácil cuando estás adaptando una novela”, ríe Morgan. “Yo no dejaba de querer añadir cosas y él decía: ‘Esto va a ser una miniserie si no tenemos cuidado’. Porque debes pensarla cinematográficamente”.

Sin embargo, Guillermo señala que Morgan cuestionó su criterio sobre qué cosas pertenecían o no a la película hasta último momento, incluida una escena crucial que Del Toro quería omitir y Morgan insistió que formaba parte de la cinta. “Kim estaba en lo cierto acerca de eso”, reconoce el mexicano.

La música, otro “personaje”

La música también jugó un papel importante en el proceso de escritura del guion. Del Toro continuó su tradición de desarrollar una lista de temas musicales para escuchar mientras escribe. Cuando escribió “La forma del agua”, pudo además incorporar muchas de las canciones en el guion mismo, y en la banda sonora de la película. Lo mismo sucedió con “El callejón de las almas perdidas”, donde la selección de los temas adquirió mayor profundidad con las ideas de Morgan.

“Kim propuso: ‘¿Qué tal Jimmy Rogers y ese momento en el que el country y el blues iban de la mano?” recuerda el tapatío. “También usamos los favoritos de Tin Pan Alley y éxitos que abarcan desde 1936 hasta 1942”.

"El guion lo escribimos en una posición ideal, porque dijimos: ‘Escribámos- lo sin pensar en si se irá a hacer o no"

- Guillermo del Toro, cineasta

MQ

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