Fotogalería: Las musas de Karl Lagerfeld
Además de sus diseños, Karl Lagerfeld tuvo el talento de descubrir a las modelos que se convertirían en estrellas
El talento del “káiser” era infinito, además de sus grandes diseños también tuvo el talento de descubrir modelos que se convertirían en estrellas.
Entre ellas figura la francesa Inè s de la Fressange, quien firmó un contrato en exclusiva con Chanel en 1983, la alemana Claudia Schiffer o la británica Cara Delevingne.
Así es, Lagerfeld no necesitaba presentación. Él con su trayectoria era la esencia de la moda, del lujo, de la exclusividad de la que eran seguidoras madres e hijas a las que supo conquistar desde muy jóvenes como un excelente gurú de tendencias.
Desde Carolina de Mónaco a su hija, Carlota; de CindyCrawford a su hija adolescente KaiaGerber; de VanessaParadis a Lily-RoseDepp, todas ellas cayeron rendidas a sus pies y forman parte de una legión de seguidoras que renovaba el espíritu de la casa siempre en la primera fila en sus pasarelas, repleta de una nueva generación de mujeres dispuestas a vestir al más puro estilo Chanel.
Lagerfeld sabía cómo buscar el titular de la noticia, como cuando decidió que la “vampira” más famosa del momento, Kristen Stewart, pasara a ser embajadora de la firma, en un momento en el que su popularidad era mundialmente arrolladora.
Hace tres años, otras de las nuevas incorporaciones para dar un golpe de timón a la casa francesa fue la de WillowSmith, hija de Jada PinkettSmith y WillSmith, que con tatuajes y “piercings” aportó una imagen moderna y muy urbana a la línea de gafas.
Penélope Cruz lo definió como “un genio”, justo cuando la firma anunció, en el verano de 2018, que sería la embajadora de la colección crucero de Chanel. La actriz inglesa Keira Knightley es otra de las embajadoras de excepción de la casa.
Lagerfeld fue el descubridor de Claudia Schiffer, la top de los años 90 que creció en su carrera gracias a su apoyo. Alemana como él, se instaló en París, donde relevó como imagen a la etérea Inès de la Fressange, dos mujeres muy diferentes que marcaban un antes y un después en Chanel. Una morena y otra rubia; una con curvas y otra más delgada.
“A Karl Lagerfeld siempre le ha gustado reinventarse (...). Antes no había modelos rubias en los desfiles de Chanel, así que asumo que lo que quiso fue sorprender, y lo consiguió”, dijo Schiffer en una entrevista a un magazín de moda tiempo después.
De la camaleónica Linda Evangelista, Lagerfeld resaltó: “No hay una modelo tan profesional como ella”, a la que definía como flexible y fuerte, al mismo tiempo, siempre dispuesta a transformarse y con la que colaboró muchos años.
Pero, sin duda, su mejor imagen de marca, aquella que no estuvo sujeta a un contrato, sino a una amistad de años fue la princesa Carolina de Mónaco.
Incontables son los vestidos que ha lucido la hija mayor de Grace Kelly en el Baile de la Rosa, uno de los momentos más fotografiados del principado, siempre fiel a Lagerfeld en los eventos más relevantes de Mónaco como el enlace de su hermano el príncipe Alberto con Carolina de Mónaco.
Tampoco puede caer en el olvido, el que Carolina de Mónaco lució la noche de la despedida de solteros de los ahora reyes de España, Felipe y Letizia; o el que lució el día de la boda de los príncipes de Luxemburgo. Siempre perfecta y fiel a un estilo con el que aún a sus 62 años consigue alzarse como una de las mujeres más elegantes del mundo, gracias a Lagerfeld.