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Tool hipnotiza a Guadalajara con su espectáculo audiovisual y su poderoso sonido

La banda de rock progresivo ofreció una presentación hipnótica en Calle 2 ante miles de espectadores, quienes fueron testigos de una experiencia sensorial que trascendió lo meramente musical

Láseres multicolores surcando el escenario, proyecciones psicodélicas que envolvían el ambiente y la precisión quirúrgica de los riffs de guitarra marcaron la noche en la que Tool hizo historia en Guadalajara. La banda de rock progresivo ofreció una presentación hipnótica en Calle 2 ante miles de espectadores, quienes fueron testigos de una experiencia sensorial que trascendió lo meramente musical.

Desde el inicio, la atmósfera estuvo cargada de misticismo. Tool es conocido por su estricta política contra el uso de celulares en sus conciertos, e incluso advierte a los asistentes que podrían ser expulsados si graban el espectáculo. La mayoría respetó la norma, aunque algunos, con cautela, capturaban segundos de video antes de guardar discretamente sus dispositivos.

Poco antes de las 21:00 horas, la espera terminó. Las luces se apagaron y Maynard James Keenan (vocalista), Adam Jones (guitarra), Danny Carey (batería) y Justin Chancellor (bajo) emergieron en el escenario. El primer tema en sonar fue Fear Inoculum, lo que desató la euforia del público. En su característico estilo enigmático, Keenan se posicionó cerca de la batería, casi oculto en las sombras, mientras su voz resonaba con una potencia sobrecogedora. Movimientos calculados, una presencia escurridiza y su distintivo juego con el micrófono aumentaban la mística del momento.

El escenario, de casi 20 metros de altura, contaba con tres pantallas gigantes—dos laterales y una central—donde se proyectaban los impactantes visuales que han definido la estética de Tool. La sincronización entre las luces, los efectos y la música elevó la presentación a un nivel casi hipnótico.

Los primeros acordes de Jambi marcaron otro punto álgido del concierto. Los machacantes y crujientes riffs de guitarra de Adam Jones ensordecieron y erizaron la piel de más de uno, una reacción natural cuando cada tema de Tool parece coreografiarse con luces y proyecciones para crear una experiencia inmersiva única.

En una de las pocas interacciones con el público, Keenan saludó en español: “Hola, qué tal”, arrancando vítores de la multitud. Aunque su estilo no es el de un frontman tradicional, su presencia y voz ejercen un dominio absoluto sobre el escenario.

La primera parte del concierto cerró con fuerza con dos de sus mayores éxitos: Schism y The Grudge. El inconfundible riff de bajo de Schism, a cargo de Justin Chancellor, “obligó” a varios asistentes a romper la regla del celular y grabar ese momento icónico.

Antes del acto principal, la jornada había comenzado con dos bandas teloneras. La primera, Seven Hours After Violet, proyecto de Shavo Odadjian (bajista de System of a Down), trajo una descarga de nu metal crudo que despertó a los primeros asistentes desde las 18:30 horas. Después, los británicos de The Cult tomaron el escenario y, durante casi una hora, impregnaron el ambiente con su hard rock característico.

MF

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