Con Madame X, Madonna regresa en fado menor
La espera terminó y ayer la cantante presentó su álbum número 14 de estudio, el cual ya está disponible en todas las plataformas digitales y en formato físico
“One, two, cha cha cha”. Inspirándose en su experiencia lisboeta, Madonna mezcla para su 14º álbum, “Madame X”, pop con reggaetón, fado y hip hop, en un disco desigual pero con un claro mensaje político.
Una canción que incluye una “porción” de un discurso de Emma Gonzalez —una superviviente de una matanza en Estados Unidos que milita por la prohibición de las armas de fuego—, un clip que muestra al rapero transgénero Mykki Blanco caracterizado de Juana de Arco en la hoguera... Para su regreso, “la reina del pop” no se anda con rodeos.
“Caminé por esta Tierra como negro, ‘queer’ y seropositivo, pero ninguna transgresión contra mí no ha sido tan potente como la esperanza que llevo dentro”, reza la cita de Mykki Blanco que cierra el estético video de “Dark Ballet”.
Cuatro años después de “Rebel Heart”, donde la cantante afirmaba su poderío (con el tema “Bitch, I’m Madonna”), la que siempre ha luchado contra las discriminaciones no se calla frente al auge de los extremismos.
A nivel musical, Madonna recurre a sonidos más ligeros, para este disco inspirado en su vida en Lisboa, donde está instalada con su familia desde 2017, para permitir que David, uno de sus cuatros hijos adoptados en Malaui, pudiera entrar en la academia de futbol del Benfica.
Público latino
“Aquí he encontrado a mi pueblo y un mundo mágico de increíbles músicos, que han reforzado mis convicciones de que la música es el alma universal, conectada a través del mundo”, explica la “Material Girl”, que ha vendido 300 millones de discos en 35 años de carrera.
En “Madame X”, Madonna multiplica las colaboraciones y los estilos musicales: reggaetón con “Medellin”, el primer single del álbum con el cantante colombiano Maluma; hip hop mezclado con dancehall en “Future”, en dúo con el rapero estadounidense Quavo (del grupo Migos) o una versión de “Faz Gostoso”, un éxito en Portugal que canta con la brasileña Anitta.
Aunque parece querer llegar a un público latino, el resultado deja que desear, con un álbum que va en muchas direcciones pero sin una línea clara, y abusa del “autotune”, un procesador para transformar la voz.
Cabe señalar que Madonna ya fue blanco de críticas por su decepcionante actuación en Eurovisión a finales de mayo, donde la diva desafinó al cantar “Like a Prayer” y “Future”.