Ben Affleck, a rehabilitación
El actor ingresa a una clínica especializada en Malibú para intentar vencer nuevamente el alcoholismo
Parece que al fin Ben Affleck tocó fondo, y eso lo llevó de nueva cuenta a internarse en una clínica de rehabilitación, todo para enfrentar a un viejo enemigo: el alcoholismo. Y es que de acuerdo al diario “El País”, el miércoles Jennifer Garner, su todavía esposa —ya que no han firmado los papeles de divorcio pese a llevar más de dos años separados—, acudió a casa del actor y director de cine para convencerlo de que ingresara de nuevo a una clínica de desintoxicación. La propia Garner lo llevó en su coche hasta una clínica especializada en Malibú. Es la tercera vez que intenta dejar el alcohol.
Han sido meses complicados para el histrión, quien desde hace tiempo no encuentra la brújula. El pasado mes de noviembre, Affleck recayó en sus problemas con el alcohol y tuvo que ingresar unos días en un centro de desintoxicación. Era la segunda vez que recibía ayuda profesional. Incluso, Ben dio a conocer apenas en marzo de 2017 que acababa de terminar un tratamiento por su alcoholismo. “Pidió ayuda. Quiere estar sobrio”, aseguró a la revista “People” un portavoz del actor. Pero parece que necesitará más que ayuda externa para vender a sus demonios. De hecho, en 2017, Affleck admitió públicamente, a través de un comunicado, sus problemas con el alcohol: “Quiero que mis hijos sepan que no hay de qué avergonzarse por buscar ayuda cuando la necesitas”.
No precisaba cuándo recibió el tratamiento por adicción al alcohol, pero el intérprete recordó que lo primero que hizo para afrontar la situación fue reconocer el problema.
Affleck añadió en aquel comunicado, que también compartió en su cuenta de Facebook, algunas palabras que ayudaron a darle dimensión a los problemas que enfrentaba por aquel entonces. “Quiero vivir la vida al máximo y ser el mejor padre que pueda ser. Quiero ser una fuente de fuerza para cualquiera que necesite ayuda, pero que tiene miedo de dar el primer paso”. Entonces afirmaba sentirse “afortunado” por tener “el amor” de su familia y amigos.
Con información de El País