Entretenimiento

Aprenden a reconfigurar la industria

El mayor reto que han enfrentado los espacios de espectáculos de la ciudad fue sobrevivir a la pandemia y a la ola de cancelaciones

Ante la suspensión de eventos durante más de un año y medio a raíz de la pandemia por COVID-19, los recintos tapatíos, al igual que los de todo el mundo, enfrentaron la incertidumbre frente a la ola de cancelaciones, la reprogramación inicial con inseguridad y sobre todo el desafío de cómo seguir activos con el público al cual no podían tenerlo físicamente en los inmuebles.

Una estrategia particular que permitió no parar operaciones fue la que desarrolló el Conjunto Santander: “Levantamos la Sala Digital, que fue un espacio virtual -con transmisiones vía streaming y bajo demanda- para ofrecerle al público tapatío opciones en el confinamiento”, apunta María Luisa Meléndrez, al recordar cómo el recinto también tuvo que adaptarse a algo que ya se venía manifestando desde hace tiempo en la industria: la venta de boletos digitales, un reto que también emprendió el Teatro Diana.

“Uno de los principales cambios fue el canal de venta de boletos. Ahora se comercializan entre el 70% y el 90% mediante internet. Era una tendencia que venía, pero que actualmente también satisface otros aspectos como la comodidad; además,  el reto fue también dar un buen servicio con las boleteras, que también tienen que ser aliadas de los espacios y de los promotores”.

Carlos de la Torre. El director de Ocesa Jalisco adelanta que “para el 2023 ya están programando giras muy atractivas”. EL INFORMADOR/Archivo

Destacar en la agenda

En julio del 2021, al igual que muchos recintos en la metrópoli, el Auditorio Telmex regresó a sus actividades. Y siendo uno de los inmuebles con mayor atracción, el reto de acomodar la agenda no fue sencillo,  aunado al rompecabezas que tendría que rearmarse para que los presupuestos pensados se adaptaran al golpe económico que significó la pandemia: “Fue reconfigurar la manera de trabajar, no era solamente poner un presupuesto. La industria estaba y sigue afectada, aunque estamos saliendo, pero había que adecuar los costos, tuvimos que hacer un recorte de personal importante, bajamos la plantilla de producción, y a la hora del show había que aumentar ese trabajo de producción y era una cosa más cara para el promotor”.

Tras la soñada reapertura de los espacios, más desafíos llegaron, no solo para reprogramar aquellos eventos que se postergaron desde el 2020, pues también había que sumar a los nuevos y establecer estrategias para llamar la atención del público ante una competida cartelera que puede tener más de 10 eventos el mismo día.

“Ha sido un tema de análisis en relación a cómo esta curva tan elevada de oferta y contenidos, que está en todos los venues. Hay una demanda grande de fechas y obedece a que muchos espectáculos se guardaron, dejaron de girar dos años, entonces todos están saliendo a la misma vez. Antes, los días viernes y sábado eran los eventos, ahora los hay de lunes a domingo, y el sábado puede haber siete eventos y todos de gran calidad”, puntualiza Karla Zapata respecto a la experiencia del Teatro Diana en su reapertura.

Por su parte, Gustavo Castillón destaca que en el caso de Guanamor Teatro Studio una estrategia clave para sobresalir en la cartelera ha sido apostar por la difusión de sus eventos con tiempo de anticipación: “Creemos que no tenemos competidores en el nicho, pero de entrada proponemos que la programación se anuncie con mucha anticipación. Hay muchos eventos y el bolsillo no aguanta, así la gente puede saber que estarán estos eventos y que puedan planear sus gastos”.

Fernando Favela indica que, en su apertura, el Auditorio Telmex estableció el compromiso de generar 70 shows al año y que pese a la novedad del recinto, le fue difícil en sus primeros años de operación; sin embargo, el posicionamiento llegó y  para el 2019 se lograron 107 eventos, sin imaginar que un año después, la pandemia pondría pausa a su ritmo de trabajo.

“El 2020 venía bien, pensamos que llegaríamos a 120 shows, porque no solamente es hacer muchos shows, sino que los que hagas se estén vendiendo. Este 2022 vamos a cerrar entre 150 y 155  shows”, siendo mayo uno de los meses que significó mayor número de espectáculos, con 24 eventos.

Carlos de la Torre, director de Ocesa Jalisco, indica que en el caso de la Arena VFG, conciertos como el de RickyMartin,  por ejemplo, pudieron retomarse tras la pandemia, y aunque ya hay una agenda prevista y el espacio se ha abierto a nuevos formatos como los festivales Corona Capital y próximamente el Tecate Coordenada (en el Valle VFG), señala que el confinamiento también fue un reto mayúsculo: “La situación no fue nada fácil. La industria que más vivió estragos y golpes fue la del entretenimiento, pero el público ha reaccionado muy bien porque le presentamos eventos de calidad”.

Aunado a una agenda atractiva y un recinto de calidad, también hay otras estrategias que animan al público a detonar la fidelidad hacia un recinto, indica Meléndrez, al resaltar la iniciativa del Conjunto Santander: “Círculo Escénico”. En este programa nacido en la pandemia, el espectador accede a una membresía por 500 pesos para obtener descuentos, visitas especiales y la posibilidad de que esta aportación signifique un boleto gratuito para audiencias que lo requieren.

“Es sembrar la idea de que vale invertir en un lugar como éste, que estás haciendo una labor del lado de las artes y de la vinculación con estudiantes jóvenes, con gente que está despuntando, porque finalmente no somos solos y entre más seamos procurando el apoyo de las artes y la enseñanza es valioso”, destaca. Actualmente “Círculo Escénico” tiene 150 miembros y entre sus logros está el que pudieron invitar a 80 niños de escuelas de baile para ver al Ballet Nacional de España.

Karla Zapata. La directora del Teatro Diana cree que el aporte que tienen los lugares como el que está bajo su dirección “es un beneficio intangible”. EL INFORMADOR/Archivo

Un sello propio para cada recinto

Cada recinto en Jalisco tiene su encanto y apelando a un equipo de primera calidad en sonido, iluminación y montaje como base, también se aprovechan otras características estructurales que otorgan a cada inmueble una identidad única, como la Sala Plácido Domingo (para mil 700 espectadores) del Conjunto Santander de Artes Escénicas, la principal de sus cuatro salas, la cual es considerada “como la mejor sala de conciertos actualmente en México”, indica María Luisa Meléndrez.

En el Teatro Diana, su directora Karla Zapata, refiere que no solo la cercanía del escenario con la zona de butacas hace especial a este espacio, pues también resalta que su ubicación, al sur del Centro de Guadalajara, es ideal para que los visitantes descubran y se vinculen a otros referentes culturales de la zona: “El recorrido desde cualquier punto de la ciudad al Teatro Diana te da otra visión”.

Gustavo Castillón señala que la ubicación cercana de Guanamor Teatro Studio al Centro Cultural Universitario en donde convergen el Auditorio Telmex, el Conjunto Santander de Artes Escénicas y la Cineteca FICG han puesto en la mira a este resucitado foro, que también se dio a la tarea de apostar por un escenario íntimo con el público, que disfrutando de pie cada show, puede realizar diversas configuraciones y marcar una experiencia diferente.

“La mayoría de conciertos suceden de pie, hay mucha cercanía al escenario porque no tienes distancia de pasillos o butacas. Al ser un teatro más ancho que largo te ofrece una panóptica del evento mucho más cercana, creemos que eso hace la diferencia; nos queremos referenciar como cuando existían los conciertos en el Hard Rock Live en Guadalajara, una cosa parecida, pero más grande”.

Por su parte, el Auditorio Telmex, con su escenario de 33 metros de frente por 24 metros de fondo, también ofrece distintas modalidades para adecuarse a cada espectáculo y la demanda del público, ya sea aforando el espacio para dos mil 658 personas y hasta 11 mil lugares cuando se abren los palcos y se habilita la zona de platea, que de ocupar 400 butacas, puede dar cabida a mil 100 personas de pie: “Es un espacio súper modular”, comenta Fernando Favela.

Estas modalidades también se pensaron en la Arena VFG, explica Carlos de la Torre al indicar que el recinto tiene capacidad hasta para 14 mil asistentes: “Eso lo vuelve un lugar muy atractivo, porque no es tan grande como un estadio, pero se tiene más capacidad que un auditorio de nueve mil personas, y hay artistas que necesitan esta capacidad para poder venir a la ciudad. En el evento de Maluma que tuvimos este año, que fue 360 grados, se pudo colgar toda la producción en la estructura y también montar gradas para que más personas pudieran ver el espectáculo”.

En este caso, la Arena VFG también ha ampliado sus posibilidades para eventos aún más masivos, al habilitar 30 hectáreas para crear el Valle VFG, y que en su primer festival, el Corona Capital Guadalajara 2022, convocó a 40 bandas distribuidas en tres escenarios durante dos días de show que reunió a 90 mil personas entre ambas jornadas

“Durante la pandemia estuvieron trabajando más de 30 hectáreas para poderlas tener verdes y tener un espacio digno para que el público pudiera tener una experiencia única, los aliados han sido todos: los espíritus de marcas, el público, los artistas , los medios de comunicación, al igual que todo el staff, operaciones y productores que traban debajo de las instalaciones VFG donde montamos oficinas, camerinos y centro de operaciones, lo que lo vuelve muy cómodo y poder estar todos y cada uno en un mismo lugar operando”.

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