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Alejandro Speitzer y Carlos Cuevas, entre la rebeldía y la represión

Los actores serán señalados y juzgados en “Alguien tiene que morir”, miniserie dirigida por Manolo Caro

Los actores Alejandro Speitzer y Carlos Cuevas están más que listos para el estreno de la miniserie “Alguien tiene que morir” -este 16 de octubre por Netflix-. La producción dirigida por Manolo Caro presenta una historia que se desarrolla en 1954 en España, donde está de por medio la opresión política y social, y donde cualquiera que se salga de esas reglas morales será señalado y juzgado.

Alex interpreta a “Gabino”, un joven con espíritu de libertad, pero que su familia no le permite ser quien en realidad es; por otro lado, Carlos es “Alonso”, quien sí ha aceptado vivir bajo la moral establecida de aquellos años: “Personalmente la construcción de mi personaje la he hecho basándome en los guiones, hablando con Manolo, buscando referentes personales y trabajando mucho con Alejandro”, comparte Carlos en entrevista.

Recuerda que él y Alex estuvieron viviendo en el mismo edificio, así que antes de rodar, tenían oportunidad de ensayar y proponer escenas: “Llegábamos al set con las escenas muy trabajadas, creo que eso dio muy buenos resultados”, explica a lo que añade: “Serán sólo tres episodios; entonces había que contar mucho y de la mejor manera”.

Por su parte Alex comparte que el guion estaba tan bien desarrollado que eso les permitió trabajar de la mejor manera posible: “No hubo que forzar absolutamente nada, el texto estaba ahí, nos daba lo necesario para poder hacer sentir a la gente todo lo que había detrás; sobre todo en este mundo que hay entre ‘Alonso’ y ‘Gabino’. Ellos tienen una historia que los une, nadie la puede negar y ésta sale a flote en cierto punto y provoca muchas cosas entre estos dos personajes”.

Alex confiesa que para preparar su personaje tomó la responsabilidad de conocer y profundizar sobre el contexto histórico en el que se desarrolla “Alguien tiene que morir”: “Por cultura general conocía cosas de lo que había sucedido en esos años, pero había que ir mucho más a fondo para tener más verdad en el personaje y una cosa que destacaría es que lo que quería demostrar con él es esa valentía y coraje que tiene ‘Gabino’, es un personaje muy esperanzador”. Como dato, recordó que tuvo que bajar de peso para el papel, pues venía de rodar “Oscuro deseo”, en esta trama su personaje era más atlético.

Sobre cómo fue para ambos sumergirse en una historia que aborda la represión y el prejuicio, comparte Alex que la realidad que se vive actualmente no ha cambiado del todo con respecto a 1954: “Mucho de lo que sucede ahí, sigue pasando. Recuerdo que mientras (rodábamos) había una reflexión muy importante y muy personal de darme cuenta de lo que creemos que hemos evolucionado y de lo mucho que nos falta. Son cosas que siguen sucediendo, no sé si esta vida en la que ahora mismo estamos, es un thriller también”.

Avances y deudas sociales en pantalla

Sobre el slogan “Una jaula de oro sigue siendo una jaula”, Carlos señala que esta frase está muy bien empatada con lo que representa “Alguien tiene que morir”: “Porque tiene mucho que ver con la metáfora de la represión franquista, la idea de tener una cierta movilidad dentro de algo muy encerrado. Y estos personajes creen que tienen ciertas libertades y un cosmos, un espacio, pero en realidad viven en una caja de cristal”.

Finalmente, Carlos recordó que su familia es catalana y que cuando sus padres tenían su edad, cruzaban a Francia para ver las películas que estaban censuradas por la dictadura.

JL

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