Economía

Toyota Supra 2020: supremacía deportiva

Por primera vez en la historia, este deportivo nipón se comercializa en México

En un segmento donde comúnmente los alemanes dominan, nos encontramos uno de los vehículos más divertidos que hemos manejado desde hace tiempo. Se trata del Toyota Supra 2020, que llega a México luego de 21 años fuera del mercado norteamericano, y lo hace con la personalidad propia de un japonés.

El exterior refleja la vocación deportiva de este vehículo, pero con rasgos de una identidad sin igual. La frontal coloca un cofre largo y voluminoso, además de grupos ópticos adelgazados y con seis proyectores luminiscentes; la fascia frontal compuesta por tres generosas entradas de aire, más un par de admisiones secundarias de dimensiones más contenidas, aunado a un lip que mejora la adherencia al suelo. Los laterales son abultados hacia los extremos y muestran un centro de gravedad bajo, culminado con rines de 19 pulgadas de doble tono.

La retaguardia forma un discreto alerón que deriva de una bajante que forma una doble forma de burbuja en el techo del deportivo, cerrando con micas traseras delgadas, salidas de aire y un difusor con doble salida de escape y luz auxiliar al estilo de la F1.

En la cabina de este biplaza domina el concepto de deportividad, pero se acompaña de elementos de lujo, propios de un segmento Premium. Las líneas del tablero son bajas, con la intención de mejorar la visibilidad hacia el camino, además de tener un tacto suave gracias a los materiales con los que está cubierto.

Los asientos son de corte deportivo y son forrados en cuero y alcántara, que puede ser acompañado de dobles tonalidades y costuras contrastantes. El conjunto interior culmina con vivos en aluminio, pequeños detalles en terminado negro satinado e insertos de fibra de carbono en la consola central.

A nivel multimedia, el Supra coloca una pantalla táctil de 8.8 pulgadas, con compatibilidad con Apple CarPlay; sonido de alta definición y 12 altavoces firmado por JBL; encendido por botón y llave inteligente; mandos en consola central y volante.

Además existen otras amenidades, como: asientos eléctricos de 12 posiciones; aire acondicionado de doble zona; espejos laterales electro-cromáticos; bandeja de carga inalámbrica y cámara de reversa.

Pero es bajo el cofre donde se encuentra lo más interesante, con un motor de seis cilindros en línea de 3.0 litros de desplazamiento y Twin Scroll, con 335 caballos de fuerza y 365 lb-pie de par. El propulsor se liga a una caja automática de ocho velocidades, con paletas de cambio detrás del volante y doble selector de modo de manejo (Normal y Sport). La fuerza se transmite al eje trasero, donde se encuentra la tracción de este deportivo japonés.

Para México solo están destinadas 80 unidades durante el primer año, pero podría existir la posibilidad de un extra, dependiendo de la disponibilidad y las ventas. Cada ejemplar arranca en un millón 149 mil 900 pesos.

Personalidad única y alto desempeño

Nuestro primer contacto con el nuevo Toyota Supra 2020 tuvo lugar en su ambiente natural, un circuito muy técnico y exigente que nos dejó ver las mejores cualidades deportivas de este nipón, que aunque toma base de un BMW Z4, tiene una identidad única y un manejo soberbio.

En modo normal el sonido del escape es contenido, y la dirección tiene un tacto suave, además de una respuesta buena del motor, pero sin llegar a ser explosivo e incontrolable, como podría pensarse. Es en modo Sport donde podemos notar las mejores virtudes de esta japonés, cuyo desempeño es verdaderamente sorprendente.

En la modalidad deportiva el escape suena un tanto más grave, la suspensión se torna más rígida y los cambios de la caja logran ser más precisos y revolucionan el motor para obtener un mejor desempeño. La explosividad es parte de este modo, y la aceleración resulta más pronta y sencilla, además de que el volante gana rigidez, por lo que es fácil girar y tomar curvas cerradas. 

El eje trasero se vuelve más “juguetón”, lo que vuelve más divertido al automóvil, con salidas de curvas espectaculares, pero en las manos correctas es incluso preciso, pese a la alta exigencia con la que se pisa el acelerador.

La espera para ponerle las manos al Toyota Supra fue larga, pero valió cada segundo, pues el alto rendimiento y las sonrisas que arranca valen también cada peso del casi un millón 150 mil que cuesta, y más allá de costarlos, los vale.

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