Tardará tiempo reducir la pobreza generada por el COVID-19: Coneval
Actualmente hay 52 millones de mexicanos que no tienen para adquirir la canasta alimentaria; recobrar los niveles de bienestar previos a la crisis de 2009 tardó una década; ven situación similar
Recuperar los niveles de pobreza previos a la pandemia por el COVID-19 tardará más tiempo que el estimado para la recuperación de la economía, debido a la insuficiencia de apoyos y a que las secuelas en los hogares y en el mercado laboral son más profundas, estimó John Scott, investigador académico del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
“En la última crisis que tuvimos en 2009 se disparó la pobreza laboral y no regresamos al nivel que teníamos antes sino al final de 2019. Tardamos 10 años para recuperarnos de una crisis menos grave que la actual, eso nos da una idea de lo difícil que es recuperarse, aun cuando el PIB repunte", explicó.
El impacto de la pandemia por el COVID-19 ha sido consistente con el tamaño de la crisis. Mientras el PIB del país cayó casi 8.5%, la pobreza laboral creció de 35.7% antes de la emergencia a 40.7% al cierre del año pasado.
Esto significa que hay 52 millones de mexicanos cuyo ingreso es insuficiente para cubrir el costo de la canasta alimentaria.
Las proyecciones sugieren que el Producto Interno Bruto (PIB) que se tenía previo a la crisis sanitaria se recuperará hacia 2024 o 2025; sin embargo, resarcir el terreno perdido del mercado laboral va a ser más lento, porque el efecto de la crisis va a perdurar más, destacó el investigador.
“En México no tenemos un seguro contra desempleo, entonces los hogares se ven obligados a adoptar estrategias costosas para su futuro, como por ejemplo, desahorrar, deshacerse de activos que tienen y que les hubieran permitido tener mayores recursos en el porvenir, todo eso tiene efectos que dejan secuelas por años”, advirtió Scott.
Apoyos oficiales son insuficientes
En opinión de JohnScott, la caída económica del país es severa porque no se ejerció ampliamente una política anticíclica como otros países y el aumento de la pobreza refleja el límite o la modestia de estas condiciones.
“Sumando todas las transferencias monetarias que realiza el Gobierno, en 2018 alcanzó menos de 1% del PIB. Eso aumentó en 2019 y 2020 para llegar a ubicarse entre 1.5% y 1.7%, que es algo modesto si lo comparamos con otros países, que elevaron sus transferencias entre dos y cuatro puntos del PIB”, recordó.
JL