Por pandemia, cae precio del agave
El exceso de oferta y la incertidumbre económica provocada por los mercados y consumidores, abonan a la caída en el precio, que podría llegar a 10 pesos por kilo
A fines de 2019, la industria tequilera celebraba el término de otro año récord. Según información de la Cámara Nacional de la Industria Tequilera (CNIT)y el Consejo Regulador del Tequila (CRT), la producción fue de 351 millones 700 mil litros (a 40% alcohol volumen) lo que representó un crecimiento de 14% con respecto a 2018. No sólo fue un gran año en la fabricación de la bebida nacional por excelencia, también los productores de agave, la materia prima de la bebida espirituosa, disfrutaban de una bonanza en los precios de la planta; al cierre de 2019 se tenían registrados 13 mil 256 agricultores dedicados a la siembra de agave.
Para satisfacer las necesidades del sector, el año pasado se utilizaron 1.3 millones de toneladas de la planta, lo que representó un incremento de 18% en el consumo de materia prima. Ante este aumento en la demanda, los precios de la agavácea pasaron de cinco pesos por kilogramo a más de 30, es decir, 500% más en prácticamente tres años, generando bonanza en los productores.
Pero no todo era optimismo, ya que el incrementó de precio motivado por la escalada en su consumo, también derivó en que la superficie sembrada y el número de plantas creciera de manera desproporcionada. Así, a finales de 2019 había 197 mil hectáreas destinadas al cultivo, con 650.1 millones de unidades. Se estima que ese mismo año se dispusieron cerca de 62 millones de plantas para producir los 1.3 millones de toneladas utilizadas, por lo que el inventario al cierre de ese año era de casi 10 veces lo requerido para la producción. Por esta razón, algunos de los productores de tequila ya empezaban a mostrar señales de preocupación ante los signos conocidos que presagiaban el fin del ciclo de precios altos ante una aparente despreocupación por parte de los agricultores, además, todavía ni se intuía lo que vendría en 2020 en materia de salud y económica.
Ajuste a la baja
El ciclo natural entre oferta y demanda de agave, con sus correspondientes ajustes en el precio, se acercaba al punto exceso de oferta y en consecuencia se anticipaba un ajuste gradual hacia la baja en el precio. Lo que no se preveía ni aún en el escenario más conservador, era los efectos de una pandemia como la que se vive actualmente, misma que ha puesto un freno total a la actividad económica, donde la industria de vinos y licores es una de las más afectadas.
De acuerdo con el Registro Internacional de Vinos y Licores, (IWSR, por sus siglas en inglés ), se estima que la industria a nivel mundial tendrá una contracción de al menos dos dígitos durante 2020 y no se espera una recuperación sostenida sino hasta 2024. La base de estas afirmaciones es la dramática reducción en el flujo de viajes (60% a nivel mundial), asistencia a eventos sociales y la lenta apertura en centros de consumo.
También se consideraron las declaraciones más recientes de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que identifica a los bares como uno de los principales lugares de contagio de la enfermedad, lo que ya ha motivado en varios países a posponer o incluso echar para atrás la apertura de establecimientos de consumo de bebidas espirituosas.
Nueva realidad para el sector
Ante este panorama, el sector de productores y agricultores espera la salida acelerada de algunos oportunistas que invirtieron en el cultivo del agave, pues en mayo del presente año, el consumo de la planta había aumentado menos de 2% con respecto al mismo periodo de 2019, ritmo insuficiente y mucho menor que en años anteriores, para agotar las existencias del insumo. Además, no se contabiliza el crecimiento en siembra, estimado en 100 millones de plantas si se asume el ritmo de 2019 y años anteriores.
Así, el exceso de oferta y la incertidumbre económica provocada por los mercados y consumidores, abonan a la caída en el precio del agave, que podría llegar a 10 pesos por kilo. Esta situación se vuelve un grave problema en los productores que no cuenten con los medios suficientes para aguantar lo que dure la contracción del mercado, orillándolos a que por falta de liquidez, decidan malbaratar el cultivo provocando una costo más bajo de la materia prima.
La industria del agave azul weber está en la antesala de una fuerte sacudida, con precios en caída y con la opción que muchos productores abandonen el sector para mejorar sus rendimientos en otros bienes agrícolas, en tanto el sector del tequila se estabiliza o se adapta a la llamada nueva normalidad.