Economía

Obtiene equipo del ITESO patente por software para autos

Por medio de una tarjeta, el programa soluciona fallas en el sistema del vehículo sin llevarlo al taller

Mediante la invención de un sistema que actualiza el software de un automóvil, sin necesidad de llevarlo al taller en caso de alguna falla, un equipo de ingenieros y profesores del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO) ha conseguido la primera patente para su institución educativa.

La relevancia de esta patente radica en que permitirá resolver con mayor celeridad problemas del software o de los sistemas electrónicos de un vehículo, los cuales provocan desperfectos en el mismo y pérdidas multimillonarias a la industria automotriz. Si el software falla, puede provocar que los frenos no funcionen o que el auto no pueda encender y las agencias automotrices pierden tiempo y credibilidad al tener que reprogramar el vehículo manualmente.

“Todos los coches tienen tarjetas denominadas Unidades Electrónicas de Control (ECU, por sus siglas en inglés) que controlan ciertas partes del vehículo, que suben y bajan los vidrios, controlan el display, el motor, los frenos, la suspensión. Entonces cada tarjeta controla una función”, explica Luis Enrique González Jiménez, uno de los creadores de la patente y profesor del Departamento de Electrónica, Sistemas e Informática (DESI) del ITESO. Cada coche, sobre todo los de más reciente fabricación, tienen desde 40 ECU hasta más de 100, creando sistemas electrónicos más sofisticados que hacen más complejo la depuración y predicción de errores de un vehículo, pese a que se realizan pruebas para evitar fallos en el automóvil. 

Proceso sencillo para los usuarios

Los investigadores del ITESO consiguieron crear un Sistema para reprogramar estas tarjetas de manera instantánea por medio de emisión de ondas de radio digital. Así el automovilista podrá actualizar y reparar el software de su coche sin tener que llevarlo a la agencia, de manera parecida a la forma en que se actualiza su celular (sólo que sin conexión a internet), y mientras escucha las noticias o música en su radio. Desde la concepción de la idea hasta conseguir la patente oficial por parte del Instituto Mexicano de Propiedad Intelectual (IMPI), el proceso llevo cuatro años de trabajo.
 

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