Economía

La huelga en General Motors ya repercute en México

El sindicato de trabajadores pide al grupo automotor diversas mejoras antes de volver a las acciones

Son más de 30 días los que la United Auto Workers (UAW, por sus siglas en inglés) lleva en paro en las instalaciones de General Motors en los Estados Unidos, y eso ya comienza a tener algunos efectos colaterales para las instalaciones mexicanas.

Los trabajadores buscan mejores condiciones laborales y que la firma automotriz se comprometa a realizar inversiones para crear y mantener diversas fuentes de trabajo, pero mientras se llega a un acuerdo el paro ha cortado el abastecimiento de piezas a las plantas en México, como la de Silao y Ramos Arizpe.

Debido a la falta de materia prima, las instalaciones de Guanajuato ya tuvieron un paro total técnico, pero ahora es la armadora de Coahuila la que tuvo que detener sus acciones en el armado de la Chevrolet Blazer, pues las piezas son insuficientes para mantener el ritmo de armado.

Los ejecutivos de General Motors trabajan a marchas forzadas para lograr un principio de acuerdo, y ya ofrecieron un aumento entre el tres y el cuatro por ciento a los trabajadores de la UAW, además de mejores prestaciones médicas y bonos.

Aunque el ofrecimiento está en la mesa, será en un par de días más que la unión de trabajadores ponga a votación si aceptan o no el trato, pero por lo pronto la huelga le costará a GM alrededor de dos mil millones de dólares, además, existe el riesgo de recesión económica, aunado a las afectaciones que tienen otras plantas del grupo en los Estados Unidos.

Por ahora la fracción mexicana de General Motors afirma que la producción de la Chevrolet Equinox en Ramos Arizpe continúa, aunque la producción de la Blazer y pickups se reanudará hasta que la huelga pare en Estado Unidos. Mientras tanto, la planta de Silao reiniciará sus acciones el próximo 28 de octubre sin afectación alguna.

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