El COVID-19 pega a las Afores; recursos de trabajadores sufren reducción
Los recursos de los trabajadores disminuyen 120 mil 342 millones de pesos, en comparación con febrero pasado
La Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar) informó que en marzo pasado, los recursos de los trabajadores tuvieron una reducción de 120 mil 342 millones de pesos, comparada con febrero pasado, provocada por el impacto que han tenido los mercados por la pandemia del COVID-19.
La volatilidad en los mercados se tradujo en una minusvalía de 2.97 por ciento. Con esto, al cierre del mes pasado, los recursos totales administrados por las 10 Afores que operan en México cerraron en 3 billones 914 mil 156 millones de pesos.
"La volatilidad derivada de estos acontecimientos y la mayor percepción de riesgo por parte de los inversionistas institucionales indujeron una disminución en la valuación de los activos (minusvalías) de los intermediarios financieros. Al respecto, debe subrayarse que estas minusvalías no son privativas de las Siefores, que son los vehículos a través de los cuales las Afores invierten los ahorros de los trabajadores, sino que también se han observado en los portafolios de bancos, casas de bolsa, aseguradoras y otros intermediarios financieros", explicó la Consar.
Por primera vez en la historia, las Administradoras de Fondos para el Retiro (Afore) reportaron en enero pasado más cuatro billones de pesos bajo su operación.
Al inciar el año, el SAR registró cuatro billones 71 mil 73 millones de pesos; de esta manera, al primer trimestre del año, las minusvalías significaron 3.85 por ciento.
La Consar expuso que estas minusvalías han sido proporcionalmente más pronunciadas para los jóvenes que para los adultos más próximos a su edad de retiro.
Destacó que en episodios previos de turbulencia en los mercados financieros nacionales e internacionales, sus efectos sobre los ahorros en las cuentas individuales de los trabajadores fueron pasajeros.
La Consar comentó que la pandemia del coronavirus representa el mayor desafío que ha experimentado el sistema financiero global desde la crisis de 2008-2009.
"Esta pandemia constituye un choque macroeconómico mundial sin precedentes, que ha encaminado a la economía mundial a una situación de recesión, cuya magnitud y duración son aún inciertas. Se enfrenta una situación inédita a nivel internacional", dijo.
Las revisiones a la baja de las perspectivas de crecimiento económico global y el deterioro de la percepción de riesgo de los inversionistas han generado un importante ajuste de portafolios, tanto en economías avanzadas como emergentes, y una marcada volatilidad en los mercados financieros mundiales y nacionales.
A ello se sumó la falta de acuerdo entre los principales productores de crudo que propició caídas pronunciadas en los precios del petróleo y que no se habían registrado en los últimos 20 años. Estos acontecimientos se han traducido en ajustes importantes en los tipos de cambio, las tasas de interés y las primas de riesgo.
México no es ajeno a estos desarrollos, los cuales están en buena medida fuera de su control, lo cual no quiere decir que no se tomen acciones para atenuar sus efectos sobre el país.
Si bien los riesgos para el sistema financiero mexicano asociados a las tensiones comerciales disminuyeron ante la ratificación del T-MEC, la rápida propagación del coronavirus alrededor del mundo y el severo impacto sobre las perspectivas de crecimiento a nivel global y nacional han aumentado los riesgos de una marcada desaceleración económica, expuso la Consar.
Además, expresó, en este contexto de incertidumbre y de deterioro en las condiciones financieras, recientemente una calificadora de valores redujo la calificación crediticia de riesgo soberano y de Pemex.
La volatilidad derivada de estos acontecimientos y la mayor percepción de riesgo por parte de los inversionistas institucionales indujeron una disminución en la valuación de los activos (minusvalías) de los intermediarios financieros, añadió.
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